Carreras / El clásico Olavarría. El oficio de Qué Felicidad hizo la ventaja
La yegua de Santa María de Araras, con Julio César Méndez, superó por medio cuerpo a la de Vacación, montada por Pablo Falero
Hace catorce meses que es figura en las carreras de velocidad, sin renuncias, sin intermitencias. Qué Felicidad es de las yeguas que si no ganan llegan segundas; jamás más atrás de ese puesto. Y no compite en pruebas de las sencillas. La petisa siempre está donde se ponen las mejores.
Ayer, en San Isidro, le ganó por medio cuerpo a Pryka y llegó a su séptimo éxito en once salidas. Fue en el clásico Olavarría (G3-1000 metros), en el que intentó la victoria desde el primer segundo, algo que hace bastante bien.
Se puede ser puntero desbocado o se puede ser otro que mantenga la velocidad constante durante todo el tramo, sin fatigarse. La yegua de Santa María de Araras aprendió a hacer de esta última opción una de sus principales virtudes, y no es de las más fáciles de conseguir. Velocidad inicial y aceleración final no se ofrecen en los clasificados de los diarios.
Pryka perdió contra una yegua más joven que conoce bien dónde queda el disco en las carreras de velocidad. Cayó por una diferencia pequeña, nada traumática, justamente en su primera experiencia en pruebas de velocidad pura. Medio cuerpo en contra puede ser medio cuerpo a favor en cualquier momento.
Qué Felicidad la aventajó esta vez, pero deberá aprender a convivir en la categoría con la de Vacación, que entró para hacer ruido. No será ella una más en la división.
"La idea era ver qué hacía Pryka y no exigirle a mi yegua un desgaste temprano. Pero la verdad es que siempre la noté con acción para ganar y cuando arrancó lo hizo con mucha fuerza; allí le hizo la diferencia a la de Pablo [Falero], que fue una gran rival", apuntó Julio César Méndez, el piloto de la primera.
"Mi yegua hizo una gran carrera, pero la otra, también. Pryka se merece tener revancha", admitió Carlos Daniel Etchechoury.
Pablo Falero quedó conforme con la producción de la yegua de Vacación. "Me sorprendió lo ligero que salió, porque pensaba que la iban a sacar de ritmo. Le ganó bien una yegua que tiene mucho oficio en la recta; pero estoy seguro de que la próxima vez que nos encontremos va a ser distinto."
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