Carreras | Maroñas: el Gran Premio Ciudad de Montevideo. Ganó con el nombre
Se le hizo sencillo a Magnetic Eyes el final de la prueba de yeguas que cerró la serie internacional uruguaya; la brasileña Necesasaire fue segunda
MONTEVIDEO.- Para poder salir de la Argentina y arribar el martes último al principal hipódromo uruguayo, Magnetic Eyes necesitó que sus propietarios presentaran los documentos. Ayer, cuatro días después, cuando se abrieron las gateras del Gran Premio Ciudad de Montevideo (G 1-2000 m), fue ella la que los hizo valer en la pista y terminó consiguiendo una victoria plagada de lujos.
En la competencia que cerró la serie internacional, la hija de Sky Classic pasó a la punta cuando se lo propuso su jockey, Rodrigo Blanco; se impuso por cinco cuerpos a la brasileña Necessaire, vencedora de este cotejo un año atrás, y le perdonó la vida al récord de la distancia. Magnetic Eyes echó 2m1/100, un registro apenas 81/100 por encima de la legendaria marca que conserva Minutero desde 1931 y sólo 4/100 superior al que Mistongo marcó once meses atrás y que figura como el mejor desde la reapertura. Y no habrá que soslayar que Blanco inició los festejos faltando aún 50 metros para el disco.
Claro está, había motivos de sobra para tal celebración. Su yegua era la candidata y debía ratificarlo como en cada salida, pero las dificultades para adaptarse al viaje, reflejadas en esos dos primeros días en este país donde apenas comió, y el antecedente fresco de que anteayer no había podido ganar ninguno de los otros caballos que habían llegado desde Buenos Aires, eran una carga pesada para Magnetic Eyes.
No se escucharon tantos gritos en la tribuna por tratarse de una gran favorita y tal vez por eso parecía tener más de una garganta Juan Garat, manager de Orilla del Monte, el haras que se reservó a la zaina. A su lado, Carlos Daniel Etchechoury, el entrenador, respiraba aliviado, y no era para menos si se considera que hasta pensó en sacarla de la carrera porque la yegua no terminaba de adaptarse al cambio y perdió peso.
"El tercer día dio un vuelco total y dejó de extrañar tanto. Creo que ayudó mucho que el clásico no fue ayer porque tuvo más tiempo para recuperarse", confiesa Dany, para quien la tercera experiencia fue la vencida. El preparador había viajado en 2004 con My Dear Lady, que rodó en la partida de esta misma prueba y, en 2005, cuando Don Cartero cedió a pasos del disco en el Piñeyrúa.
En ese último caso su verdugo fue Blanco, que venció con Blameitonrio. Esta vez el cordobés fue su aliado, para mantenerse invicto en territorio uruguayo y festejar ahora por este triunfo y por aquél, cuyo fallo ajustado lo hizo trabajar duro hasta el final. En cambio, ahora se permitió pararse en los estribos de Magnetic Eyes tras venir conteniéndola, para evitar una lucha prematura con Necessaire, y darle "dos chirlos para asegurarla", según explicó tras la carrera.
"El desarrollo se hizo limpio y cuando quedó de cabeza torcida fue porque se embaló un poco y la contuve. En el final puede que haya parecido que mermaba, pero no fue así pese a que había mucho viento en contra", explicó Rodrigo, antes de afirmar: "Se hablaba de que era superior y así fue".
Después de ser segunda en la Copa de Plata, en San Isidro, Magnetic Eyes cerró una gran temporada en la Argentina, que incluyó otro placé en el Classic, ante Latency. Ahora cruzó el charco y llegó a ese gran triunfo que merecía. Y para lograrlo sólo tuvo que presentar los documentos.
Hubo récord de recaudación
MONTEVIDEO.- Antes de la disputa del Gran Premio Ramírez ya no había lugar en el hipódromo anteayer. "Entradas agotadas", se leía en los carteles que fueron cruzados en las boleterías. Unas 20.000 personas, la mayor cantidad en los últimos 30 años, presenciaron la reunión que dejó como saldo un récord de recaudación: 12.089.660 pesos uruguayos (alrededor de 485.500 dólares). En la versión del año pasado se había generado un movimiento de apuestas por 349.400 dólares.
La reunión del Ramírez se conformó con dieciséis carreras y la mitad de ellas tuvo como ganadores a caballos nacidos en la Argentina.
Apuntes
La gran ovación
En su regreso a Maroñas, el jockey Pablo Falero fue ovacionado por varios minutos por el público. El ídolo local compitió en cinco carreras anteayer y ayer lo hizo en una ocasión. También fue muy aplaudido el brasileño Jorge Ricardo.
El Latinoamericano
Para el 18 de marzo fue programado el Gran Premio Asociación Latinoamericana de Jockeys Clubs, que este año tiene como sede a Maroñas, a 25 años de su primera versión en el mismo escenario. Los participantes de esa carrera trabajarán, en la semana previa con un mandil con su nombre para ser identificados por quienes estén en el hipódromo. "Acá también se corre por la camiseta", dice la publicidad en la que se observa a un jockey besando una chaquetilla con la casaca uruguaya.
De visita
Gustavo Larrosa, que actúa con éxito en pistas de los Estados Unidos, estuvo presente durante la jornada de ayer. "Me tomé unas pequeñas vacaciones y un 6 de enero ningún uruguayo quiere perderse esta fiesta", indicó el jockey uruguayo.
Uno-tres de Rivera Sur
La yegua Rivera Sur, madre de Jampro (Johnny´s Prospect) y Sol del Sur (Lineal Toss), ganador y tercero en el Ramírez, respectivamente, es una hija de Indalecio que fue importada en octubre de 1999. Jampro, con el que fue embarcada, fue su última cría en la Argentina -antes sólo había dado a Beau Scheik (Beau Sultán)- y Sol del Sur, la primera en Uruguay, donde luego nacieron Aire Sureño (Open Air), en 2004, y Woolf (Wrangler), en 2005.
Perdomo, tranquilo
"Se extraña un poco la Argentina, pero acá tengo un buen grupo de caballos y se trabaja con más tranquilidad. La verdad es que tenés tiempo para todo aquí", expresó Ever Perdomo, el preparador uruguayo que ganó la estadística de San Isidro en 1988 y está por cumplir dos años desde el regreso a su país.
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