Protagonistas. Karamanos: "Ya pasó el tiempo de probar; ahora no tengo que demostrar nada"
El jockey argentino que mejores resultados obtuvo en los Estados Unidos y fue ternado para el Olimpia de plata está de visita en el país
Por primera vez desde que en 1987 se incorporó al turf entre aquellas disciplinas a las que el Círculo de Periodistas Deportivos les reserva cada año un Olimpia de plata, anteayer estuvo ternado -aunque no lo ganó- un jockey que desarrolla su profesión fuera de las fronteras de nuestro país: Horacio Karamanos.
"Siempre le preguntaba a Verónica, mi mujer, si se tendría en cuenta lo que yo estaba logrando en los Estados Unidos y me ilusionaba con estar en la terna. Esto fue tan importante para mí que no podía faltar; por eso no dudé en dejar vacante la monta del clásico del sábado pasado en Laurel Park, para poder tomar el avión y llegar a la entrega", explica el jinete.
Karamanos ya había estado nominado dos veces mientras corría aquí y ahora figuró entre los mejores tres jockeys de la temporada en mérito a su excelente actuación. Allí, este año lleva obtenidas 234 carreras ganadas y la suma en premios alcanzada por los caballos que condujo orilla los 5.000.000 de dólares.
Una performance así, sin precedente para un piloto argentino en el país del Norte, justificó que compartiera la terna junto con Jorge Valdivieso (fue el ganador) y el uruguayo Pablo Falero, los que "por condiciones deberían destacarse si probaran allá, pero todo depende de la suerte, del trabajo de uno y de cómo les caigas", admite.
Su felicidad por haber sido incluido entre los candidatos al premio resultó tan grande que, lejos de vivir el momento a la distancia, adelantó dos días su viaje a Buenos Aires previsto para pasar la Navidad con su familia y asistió a la cita en el Sheraton Hotel.
El jinete, que hoy visitará San Isidro, había estado en nuestro país por última vez en febrero y sólo compitió allá los diez meses siguientes, tras cambiar su lugar de residencia de Florida a Maryland. "Una vez que corregí errores y me hice un lugar, a fuerza de mucho sacrificio y constancia, pues no tuve el respaldo de una caballeriza o un contrato, busqué mejores horizontes", señala, sin pasar por alto que el ex jockey peruano Víctor Centeno colaboró en su crecimiento.
Se lo nota fuerte, convencido de lo que hace y su adaptación al medio más exigente del mundo es casi perfecta, incluido por el idioma, ya que se maneja bastante bien con el inglés. Incluso, actualmente se ha ganado un lugar entre los mejores de Maryland: "Ya pasó el tiempo de probar; ahora no tengo que demostrar nada y sólo debo cumplir con aquellos que me eligen para sus ejemplares. Me siento muy bien, seguro, tranquilo, con confianza y ni siquiera pasa por mi mente ponerme metas", sostiene.
Sin embargo, su brillo en los ojos resalta cuando camina por Retiro, abre sus brazos y destaca: "Este es un país divino, que no se merece pasar por la situación que atraviesa, y se extraña muchísimo. Es lindo lo que estoy viviendo y lo disfruto, pero es otra vida. Todo se hace por negocio, no existe una gran amistad y a las cinco de la tarde, cuando vuelvo a casa tras aprontar a la mañana y correr después, se termina el día", menciona.
Karamanos no podrá llevarse el Olimpia cuando mañana vuelva a Maryland, donde cumple su sueño de "correr y ganar entre los top del mundo", pero se llevará el cariño y el reconocimiento de sus afectos y de la gente. Y, por si fuera poco, una sensación más fuerte que le permite hacer una confesión: "Siempre lo hablamos con mi mujer: cuando hagamos buena plata nos volvemos, porque además pienso retirarme en la Argentina".
El recuerdo de Las Malvinas
Con un récord de 57 triunfos, entre el 21 de junio y el 23 de julio último, Horacio Karamanos se adjudicó la estadística de Colonial Downs, en el Estado de Virginia, y cortó una hegemonía de 20 años del jinete estadounidense Mario Pino.
Para el jockey, ese logro tuvo un sabor todavía más especial cuando en la última jornada condujo a Las Malvinas, una yegua local hija del semental argentino Lord at War.
"Resultó emocionante escuchar cuando mencionaban por los parlantes del hipódromo que Las Malvinas había ganado con el jockey argentino Karamanos. Fue una extraña coincidencia", explica.
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