El clásico Buenos Aires, en Palermo. Otra exhibición
Mr. Nancho acompañó en la punta a Iberal y se distanció desde los 500 metros, sin que Jacinto Herrera lo exija de firme
En el clásico Buenos Aires (G 3-1600 m), de ayer en el Argentino, el caballo Mr. Nancho brindó otra exhibición. Si bien apenas le salieron al cruce tres rivales, el hijo de Southern Halo volvió a mostrar el nivel de su anterior éxito, por dieciséis cuerpos en el Gran Premio Palermo, y redujo a una anécdota la regularidad de Spring Joy, su escolta desde siete largos, y Mr. Abdul y la perseverancia de Iberal.
La superioridad del propio hermano de Miss Linda -yegua del año en 2000- para vencer por tercera vez no sólo quedó en evidencia en la facilidad con que lo hizo y en el margen que estableció respecto del resto. También se desprende de los conceptos de los jockeys que reconocieron la gran diferencia que existió desde que se abrieron las gateras e Iberal salió al frente dispuesto a reeditar sus victorias en este clásico en 2001 y 2002.
"Veníamos en un ritmo normal y traté de mantenerme cerca con Spring Joy, pero cuando (Jacinto) Herrera movió a Mr. Nancho nos perdió de vista", señaló Julio César Méndez, y agregó: "De todas maneras, mi caballo terminaba de ganar su segunda carrera y corrió muy bien".
Para Edgardo Gramática, piloto de Mr. Abdul, no fueron necesarias muchas palabras. "A Mr. Nancho era muy difícil ganarle", sintetizó, sin detener su marcha hacia el cuarto de jockeys.
Por su parte, Juan Lagos, jinete de Iberal, reconoció la superioridad del vencedor, pero se lamentó por no haber llegado como escolta. "Gana porque indudablemente es mejor y así es que no le costó nada desprenderse. Pero con parciales movidos creo que los sacaba de ritmo y el segundo lugar era nuestro", afirmó.
Por si hacía falta, Herrera añadió: "Hizo todo como sabe él. Vino siempre cómodo y remató con fuerza pese a que no lo exigí a fondo. En el Anchorena -llegó cuarto, lejos- debió pasarle algo, seguro".
Caía la tarde en Palermo y el aroma de la crónica de un triunfo anunciado volvía a decir presente.
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