Carreras / El clásico Porteño. Premio a la ductilidad
Fuego e Hierro demostró que no sólo es puntero y atropelló para ganar fácilmente
La gran tarde de San Isidro fue tan generosa ayer que la desilusión de la mayoría por la derrota de Life of Victory en el clásico Porteño (G 3-2400 metros) se sintió un poco menos.
Fuego e Hierro resultó la gran figura del clásico, pero antes hubo actuaciones que merecen un cuadro, como la de Lake´s Wood, un potrillo que salvó el honor de la familia de Life of Victory -es su hermano materno- al salir de perdedor cuando parecía sin chances, a pura gambeta, en la recta final.
También estuvieron Qué Tedije, un caballo de 3 años por la gran Repartija, que se impuso gracias a una obra maestra de Pablo Falero, y Flesh for Fantasy, el tordillo del emotivo triunfo dos años después de su última actuación.
La victoria de Fuego e Hierro tuvo el valor agregado del cambio de estrategia, algo que LA NACION había adelantado como una posibilidad ayer. El defensor del stud Alfa corrió escondido, sexto, por los palos, en línea con Life of Victory, mientras Brave Halo hacía la punta.
En la recta, Edwin Talaverano sacó al hijo de Orpen del embrollo que tenía por delante y atropelló abierto. En los 250 estaba todo definido y Brave Halo conservó el segundo puesto a cuatro cuerpos.
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