Carreras / El clásico Olavarría. Qué Felicidad ganó justo en el disco
Se impuso por medio pescuezo sobre Comadre Cat
Qué Felicidad ganó por segundo año seguido el clásico Olavarría, de San Isidro, y le pasó la pelota a su hermano materno, Qué Vida Buena, como obligándolo ya a ganar el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires, el viernes próximo, para darle otra victoria a Queen Tango, de cuya panza salieron ambos.
Qué Felicidad fue el quinto triunfo del día de Carlos Daniel Etchechoury, el preparador de todos los productos vencedores de ayer, y el segundo clásico de la semana de Santa María de Araras, ganador el miércoles con Eternal Fire, en el Porteño.
Qué Felicidad es yegua de no darse por vencida. Cuando parecía que todas las participantes de la carrera ya lo habían dado todo a 100 metros del disco y Comadre Cat acariciaba la victoria, la petisa duplicó la fuerza de su ataque y le limó el cuerpo de ventaja que le traía la de adelante.
La venció por medio pescuezo y entonces volvió a ponerse entre las yeguas más rápidas del momento.
"Es una gran yegua, luchadora; tuvo ventajas sobre otras porque ya conocía la cancha", apuntó Falero luego de la victoria.
Qué Felicidad corre agachada, como si quisiera cavar un túnel en la pista. Su modalidad de andar es la de los velocistas importantes. Su hermano funciona diferente. Sacó otro tranco; también otro cuerpo.
En la categoría de las yeguas ligeras, Qué Felicidad tendrá siempre algo bueno a mano por lo que pelear. Mantenerla dentro de esa división le dará réditos seguros. Contra los machos hace mucho que no corre y ése es territorio que domina su hermano. Hasta hace dos semanas, su entrenador no tenía planeado enfrentarlos. "Para qué, si últimamente las yeguas le están ganando", dijo entonces. Ahora Qué Felicidad venció y agregó otro elemento de prueba para la evaluación. La pregunta es: ¿pájaro en mano o cien volando?
lanacionar