Carreras / Palermo: el Gran Premio General San Martín. Tuvo reacción y coraje para vencer
Succesful Affair superó por media cabeza a Grivko, tras una atropellada que fue interrumpida en el comienzo, y obtuvo su primer Grupo 1
Al trasponer el disco se miraron Horacio Karamanos, montado en Succesful Affair, y José Ricardo Méndez, subido a Grivko. Esa búsqueda visual de los jinetes reflejaba la necesidad de saber cuanto antes cuál había sido el ganador del Gran Premio General San Martín (G 1-1800 m), una carrera en la que debieron trabajar más de lo necesario ayer, en Palermo. Se impuso Succesful Affair, por media cabeza; el caballo, que reaccionó y agregó coraje a su atropellada, derrotó al que parece empecinado en tomarse las competencias como un juego.
La mayor parte del trayecto fue clara para ellos, mientras Bless my Destiny enseñaba el camino, presionado por Mi Stylo y Bigness Emperor. Los inconvenientes surgieron en la recta, cuando Succesful Affair quedó sin paso instantes después de iniciar su avance y Karamanos debió recurrir a un Plan B. Para entonces, Grivko ya había llegado a la punta, pero lejos estaba de responder a lo que le pedía su jockey. El desenlace sorprendió a ambos casi en una misma línea.
Dijo luego Karamanos: "Un caballo de medio pelo no alcanza esta carrera. Apenas le doy intención se cierra el de Talaverano [por Sidonio], quedo ajustado con otro que venía por dentro y tengo que levantar, sacar afuera y rearmarlo. En esos últimos 400 metros salió con mucha fuerza y siempre le tuve confianza para que ganara". Lo consiguió en el último salto, ante un adversario que se negaba a empujar parejo hacia adelante.
Lo explica Méndez: "Grivko es muy mañoso y me ha hecho perder más de una carrera. Se larga a correr sólo por tramos y busca hacia adentro. Eso da bronca, más aún en un final así". Una vez en la punta, su caballo resistió el asedio de Sidonio y controló al perseverante Mi Stylo, pero no logró sostener el primer lugar cuando surgió Sucessful Affair.
Ya habían dejado varios metros atrás el disco y Karamanos rompió el silencio. "Le pregunté al Corto si le había ganado y me contestó que podía ser. Yo dudaba porque el caballo de él corre con la cabeza para arriba", confesaría luego de recibir su copa Horacio. También tenía su trofeo apretado al pecho Alfredo Gaitán Dassié, y repetía: "Se merecía un Grupo 1". Diez meses había sido demasiado tiempo para volver a verlo cruzar adelante en un clásico.
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