Charlas con el maestro. Un desafío en Japón
Se aproxima una cita importante para el golf nacional e internacional: la Copa del Mundo EMC2, que se disputará en Japón desde mañana. Al igual que en el certamen que se desarrolló en diciembre de 2000 en el Buenos Aires Golf Club, la Argentina estará representada por los cordobeses Angel Cabrera y Eduardo Romero, que actuarán en pareja frente a otros 23 países en las modalidades de fourball y foursome. José Cóceres fue el mejor argentino de la temporada; sin embargo, el chaqueño tendrá que ver el torneo desde afuera.
-Cóceres y Cabrera son los dos mejores representantes de nuestro país en la actualidad, pero nunca tuvieron gran afinidad dentro ni fuera del campo. ¿Qué hubiese ocurrido si les tocaba jugar juntos en la Copa del Mundo?
-No dudo de que los dos hubiesen tirado para el mismo lado para ubicar en lo más alto a la Argentina. Ahí es cuando se deja de lado cualquier tipo de conflictos. Si bien considero que Cóceres y Cabrera hubiesen conformado la pareja ideal, porque el chaqueño está en un nivel más alto que Romero, es muy difícil garantizar que iban a mostrar un muy buen rendimiento. Es que todo depende de la inspiración y de la conexión entre los integrantes del equipo en el momento indicado.
-¿Cómo observa a la pareja de cordobeses y qué posibilidades tienen de ganar, teniendo en cuenta que el año último finalizaron segundos detrás de los Estados Unidos?
-Al equipo que integran Romero y Cabrera lo veo de una manera simpática. Se conocen perfectamente y se adaptan a las dos modalidades; juegan muy sueltos entre ellos y no se presionan mutuamente. Sin embargo, ninguno de los dos está atravesando el buen momento golfístico que quisieran tener: Cabrera decayó un poco su rendimiento en los últimos meses, mientras que Romero está tratando de volver a su verdadero nivel. Creo que se les va a complicar porque no están en su ambiente ni en una cancha que conozcan bien, como sí había ocurrido en el Buenos Aires Golf Club. Además, son desconocidos para el público japonés.
-¿Cuáles son los candidatos?
-Los Estados Unidos, sin dudas, que vuelven a tener en sus filas a Tiger Woods y David Duval. Pero atención, no nos olvidemos de los japoneses Shigeki Maruyama y Toshi Izawa, que tienen la ventaja de actuar como locales.
-Cambiando de tema, ¿usted fue invitado para el partido homenaje de Diego Maradona en la Bombonera?
-Sí, Diego me invitó, pero no pude ir porque ya me había comprometido con mucha anticipación para un shot-out que se jugó en Martindale. La verdad es que me hubiese gustado formar parte de esa fiesta, que me pareció espectacular. Para mí, Maradona es un héroe y me da una satisfacción enorme que lo hayan homenajeado 50.000 personas en las tribunas.
-¿En cuántas oportunidades habló con él?
-Creo que dos veces; la última fue cuando obtuvo el premio al Deportista del Siglo, en Quilmes, en diciembre de 1999. Pero sólo nos saludamos y le manifesté mi admiración. Sin dudas, él se merecía aquel premio más que yo, Monzón, Vilas o Fangio. El fútbol tiene una repercusión distinta en comparación con cualquier otro deporte, y por eso Maradona tiene mayor mérito que el resto. No es como el golf, que tiene un alcance sólo para un grupo.
-¿Usted está esperando algún tipo de homenaje?
- Nooo, ya tuve muchos. Soy socio honorario en la mayoría de los clubes argentinos, me integraron al Salón de la Fama en los Estados Unidos e incluso doné algunas de mis pertenencias de mi carrera golfística para una especie de cápsula que se abrirá en 2070... cosas de los norteamericanos.
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