Opinión. Un gesto maradoniano

GELSENKIRCHEN, Alemania.- Maradona en la tribuna, Messi en la cancha. ¿Hay una imagen más tentadora que ésa para dejarse llevar por la comparación? ¿Vale la comparación? No. Ya se sabe que no es bueno, ni sano, ni correcto, ni adecuado. No corresponde. Pero por algo todos registramos cada paso del Nene , conscientes de que quedarían para la historia: que ingresó a los tantos minutos, que entró por éste, que la primera pelota que tocó

Hubo una jugada, pequeña, en la que demostró que es distinto: recibió de espaldas al arco, con la marca encima y lo que cualquier jugador hubiera resuelto con un toque lateral, él lo convirtió en un pase de gol a Crespo. Hubo un gesto, eso sí, que no fue ni estadístico ni técnico. Y que en algo lo iguala al incomparable que lo seguía desde la tribuna, tan embelesado como todos. Cuando hizo su gol, el sexto, lo festejó con un insulto. Una descarga de bronca, quizá de resentimiento, seguramente de desahogo. Un gesto típicamente maradoniano.