El escenario. Un Messi feliz, recuperado y listo para salir a jugar
El 2013 será recordado, entre otras cosas, como el año de las lesiones para Lionel Messi. La implacable marcha del tiempo ha dejado atrás, casi con vértigo, los días amargos del último desgarro ante Betis, los cortocircuitos con parte de la dirigencia de Barcelona y los intensos días de recuperación llevados adelante en suelo argentino. Y el mejor jugador del mundo, como si no existiera respiro, está ante una hora distinta para su carrera. Ante un regreso a las canchas en su club y en el que apunta todo a su gran obsesión: Brasil 2014. Después de 59 días, recibió el alta médica de la rotura del biceps femoral de la pierna izquierda y volverá a jugar ante Getafe, por el primer partido de los octavos de final de la Copa del Rey.
"Veremos si su convocatoria puede ser para jugar desde el inicio o unos minutos en la segunda parte". Con estas palabras, el técnico argentino de Barcelona, Gerardo Martino, confirmó la convocatoria, pero no aclaró si iba a ser titular. En el regreso a las prácticas de Messi con sus compañeros del conjunto azulgrana, el jueves pasado, en la Ciudad Deportiva, surgió la idea compartida entre el entrenador y el futbolista de sumar minutos ante Getafe y, de acuerdo con lo que deje el encuentro, volver como titular el sábado que viene, en el gran choque con Atlético de Madrid, por la liga española.
"Quizá le falte un poco de fútbol, pero tratándose de Leo eso no es importante", agregó Martino en una conferencia de prensa que tuvo como tema central el regreso de la Pulga. "Lo importante es que esté bien físicamente. Sólo le falta jugar un partido. He hablado con él y está bien", añadió Martino, que dijo también que Messi "tiene que estar dentro del equipo, eso es así, pero luego veremos cuándo hay que darle descanso y cuándo hay que exigirle menos".
Como ya se mencionó en anteriores publicaciones, el primer semestre de este 2014 significa mucho en la carrera de Messi. Buscará dejar atrás los problemas físicos que tanto lo aquejaron en 2013, año en el que acumuló seis lesiones, y llegar con ritmo a la gran cita: el Mundial de Brasil. Más allá de si esta tarde (a las 18 de nuestro país) juega 30 minutos o más, si sale con "mirada asesina" (Martino dixit), si vuelve al grito de gol, si repite aquel inolvidable golazo de 2007 justamente ante Getafe, la mejor noticia de 2014 para el astro significará el primer paso de un camino de seis meses que tiene como destino final la gran cita. Si Barcelona llega hasta el final en la Copa del Rey y en la Liga de Campeones, el argentino acumularía un total de 38 partidos en seis meses, incluyendo el amistoso confirmado del seleccionado del 5 de marzo, en Rumania. Aunque podría haber otros compromisos más antes de la Copa del Mundo, el mínimo es de 26 cotejos.
Tras ser respaldado por su club a la hora de elegir la Argentina como lugar de rehabilitación y de culminar la etapa de recuperación en Ezeiza, Messi terminó 2013 con una frase-pedido que retumba: "Hay muchas cosas en lo personal, pero en lo deportivo al 2014 le pido un año sin lesiones". Volvió a Barcelona y se mostró sonriente de nuevo, junto con sus compañeros. Pedir que en un solo partido -o unos minutos- entregue respuestas definitivas sobre cuestiones físicas o anímicas sería un arrebato de ansiedad. Pero la capacidad de impulso que da el regreso al juego del mejor jugador del mundo produce efectos de motivación y confianza. Tan apesadumbrado hasta hace poco por la racha de lesiones, poco a poco Messi avanza en el aspecto anímico y acorta distancias con sus sueños. Inmerso en un momento más feliz y apartado del abatimiento de los últimos dos meses.
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