Carreras. Un premio a la nobleza

El triunfo de Akiro en el clásico Otoño (GII-2000 metros), corrido en el hipódromo de Palermo, fue un premio a la nobleza.

A los seis años, con treinta y tres carreras sobre el lomo y casi cinco temporadas de actuación ininterrumpidas en las pistas, el hijo de Saint Sever logró ayer su decimotercera victoria. Y lo hizo con guapeza, esa cualidad que siempre sacan a relucir los caballos buenos de verdad cuando la situación lo requiere.

Desde la largada hasta la mitad de la recta final, la prueba fue monótona.Akiro corrió al frente, con ElCompinche detrás, sin perderle pisada.

Sin embargo, en los últimos 300 metros sucedió todo lo que no había pasado hasta ese momento.

El Compinche superó a Akiro y, con aires de seguro ganador, le sacó casi medio cuerpo de ventaja.

Pero a 100 metros del disco, el defensor de los colores del haras La Quebrada perdió acción y allíAkiro, con más corazón que aire, volvió para quedarse con un triunfo formidable.

Por si todo fuera poco, para realzar aún más su gran victoria, Akiro marcó un nuevo récord para la distancia al emplear 1m59s13/100, bajando en 12 centésimas el registro que estaba en poder de Olifante desde el 30 de agosto de 1996.

La actuación de El Compinche también fue meritoria, ya que si bien mermó su andar cerca del disco fue vencido por un gran fondista en tiempo récord. No hay dudas de que en la milla está su fuerte pero en las pruebas de aliento también es capaz de sobresalir, como lo demostró ayer.

Un jockey orgulloso

Juan Noriega estaba contento y a la vez orgulloso por el segundo triunfo de Akiro en el clásico Otoño: "A este caballo le tengo un cariño enorme porque a pesar de tener varias nanas siempre se brinda al máximo. No sé si será el mejor caballo que corrí, pero si es el que más quiero", remató.

Por su parte, Roberto Pellegatta, el entrenador, coincidía plenamente con las palabras del jinete:"Akiro es increíble. El tiempo pasa, los rivales pasan y el se mantiene ahí, siempre entre los mejores. La verdad es que me dio muchas satisfacciones. Fíjese que este es un caballo al que los aficionados quieren mucho, si hasta lo recibieron con aplausos".

Y lo que dice Pellegatta es bien cierto porque Akiro es uno de esos ejemplares que a la gente del turf le gusta. De esos que de tan nobles se hacen querer.

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