Un súper sábado de rugby en Vélez, con Jaguares y la final del Nacional entre Hindú-Newman

Como nunca antes, el país ovalado tendrá como epicentro la cancha de Vélez. En una conjunción que evidencia lo difuso de la frontera entre el amateurismo y el profesionalismo en el rugby argentino, Jaguares jugará su último partido de la temporada regular como local por el Súper Rugby, mientras que Newman e Hindú definirán el Nacional de Clubes. Todo en una misma jornada y en un mismo escenario, que promete romper los récords de asistencia para el rugby doméstico. Y todo por el mismo precio.

En el primer turno, a las 14.40, Jaguares se enfrentará a Stormers en procura de una victoria que allane el camino a los playoffs antes de la última gira del año, por Sudáfrica. A continuación, desde las 17.20, Newman buscará el primer título en su historia ante Hindú, el campeón defensor y máximo ganador del certamen federal.

Jaguares tendrá la difícil misión de dejar atrás lo sucedido cuando el mismo grupo de jugadores representó a los Pumas en tres fallidas presentaciones por la ventana internacional de junio, con dos derrotas ante Gales y una ante Escocia y que motivó la salida del coach Daniel Hourcade. Antes bien, debe retomar la senda que en el Súper Rugby incluye seis victorias consecutivas. Un éxito ante Stormers y un par de resultados favorables lo podría depositar directamente en los cuartos de final para llegar sin presiones a los últimos dos partidos, ante Sharks y Bulls como visitante.

Incluso, Jaguares puede aspirar a liderar la Conferencia Sudafricana, ya que está a seis puntos de Lions, al que solo le quedan dos partidos. De ser así, el partido de cuartos de final sería en casa, por lo que el duelo del sábado no necesariamente equivale a una despedida.

El coach Mario Ledesma apostó por la alineación que venía jugando, con el regreso de Pablo Matera en lugar de Marcos Kremer, lesionado. Las mayores novedades están en el banco: Joaquín Díaz Bonilla aparece por segunda vez en el año, acaso en procura de rodaje de cara a un 2019 que no incluye a Nicolás Sánchez; el hooker salteño Diego Fortuny, que jugó 10 partidos para Argentina XV este año, se apresta a hacer su debut ante la lesión de Julián Montoya; y Matías Moroni aparece por primera vez, recuperado de una operación en un hombro.

Newman, por la primera vez

Newman e Hindú se aprestan a disputar un duelo que será histórico por el marco que lo encuadra. Solo la final del Torneo de la URBA 2007 entre Hindú y Alumni, disputada en la cancha de Ferro, representa un antecedente similar. Un ensayo fallido, pero que el imperio del marketing forzó a repetir.

Agotada la polémica (ninguno de los dos clubes protagonistas quería jugar en Vélez), cabe centrarse en el juego. Para Newman, se trata de la tercera final en su historia, con la particularidad de que las dos anteriores fueron también ante Hindú: la definición del Top 14 de la URBA de 2008 y la del Nacional de Clubes 2015. En ambas el triunfo fue para el Elefante, que en los antecedentes entre sí por el certamen federal está invicto en tres partidos, todos en Benavídez: 34-8 en la semifinal de 1997, 30-30 en la clasificación de 2007, además del 27-25 en la mencionada definición de 2015, curiosamente definido por Díaz Bonilla con un drop en la última acción del partido.

Hindú padeció una gran sangría de jugadores esta temporada, pero aún así se mantiene en lo más alto: marcha segundo en el torneo de la URBA y nuevamente accedió a una definición. Entre URBA y Nacional acumula ocho finales consecutivas. Va por el cuarto título consecutivo y el noveno en su historia en el Nacional de Clubes.

Los espectadores que quieran presenciar los dos partidos deberán esperar aproximadamente 60 minutos entre uno y otro. En total estarán unas cinco horas en el estadio. Lo que se dice un día lleno de rugby.