TC 2000 en San Juan. Un toque cambió todo y se impuso Ponce de León
Beneficiado por un golpe de Martin al Pato Silva, el juninense se escapó en la punta y ganó con amplitud.
SAN JUAN.- Ese brusco cambio en las condiciones de la carrera, a pocos metros de la partida, le abrió a Gabriel Ponce de León el camino a su tercera victoria en el TC 2000. El joven piloto de Junín se desentendió de cualquier circunstancia ajena a su Ford Escort y se concentró sólo en el exigente trazado que propone El Zonda para construir un sólido éxito, el segundo del equipo Berta Motorsports en las cuatro fechas.
La superclasificación realizada por la mañana había dejado adelante al favorito de los 20.000 sanjuaninos que poblaron los cerros desde muy temprano: Henry Martin. A su lado en la grilla, aparecía la amenaza del Honda Civic de Juan Manuel Silva, desplazando al tercer lugar a Daniel Cingolani, que no pudo sostener el dominio demostrado en los registros previos.
En esos tres pilotos y en lo que realizaran en los primeros metros se centró la expectación. Y muy rápido apareció la maniobra que marcaría el destino de la competencia. Como se presentía, con la luz verde, Martin y Silva no se dieron tregua y, después de transitar palmo a palmo por la horquilla, llegaron a la "S" posterior a la recta de boxes. El Pato pareció entrar con ventaja en ese sector, con el sanjunino por el lado de la cuerda. Hubo un toque de Martin y el chaqueño se cruzó en el medio del asfalto. Y allí comenzó a gestarse algo muy parecido a un milagro; el auto de Silva quedó de frente e indefenso ante las 26 máquinas y sólo una de ellas, la del local Fabián Flaqué, apenas lo rozó en la parte delantera derecha.
Pero lo que sólo fue un susto grande para el campeón, se convirtió en un golpe brutal para Oscar Canela: su maniobra para tratar de superar el tumulto terminó en un vuelco en forma de tirabuzón, que sólo tuvo consecuencias para su flamante VW Polo (quedó totalmente destruido).
Los cambios se notaron en seguida y se abrió otra competencia. Martin fue penalizado y, tras pasar por boxes, retrocedió hasta el octavo lugar, mientras Ponce de León tomaba la vanguardia. En silencio, y aprovechando el río revuelto, Juan María Traverso se convirtió en escolta, asumiendo un papel para el que su Toyota Corolla aún no esta preparado.
El Flaco resistió hasta la vuelta 17 los embates de Marcelo Bugliotti (que incluyeron algún toque del cordobés y la inevitable respuesta de Traverso). Pero allí apareció Gabriel Furlan, que manejó con justeza y con dos maniobras excelentes superó a Bugliotti primero, y a Traverso más tarde, para llegar al segundo lugar.
Con Traverso fuera de la discusión (abandonó fastidiado en el giro 20, por un problema en la tracción), y con Bugliotti con altibajos en su manejo y en el rendimiento su auto, Cingolani trepó al tercer lugar y se dedicó a atacar con poca convicción la segura posición de Furlan.
Martin, obligado a pelear desde atrás, canalizó su bronca con una impetuosa escalada hasta el cuarto lugar, que al menos satisfizo en parte el fervor de la multitud que pedía un triunfo de su coterráneo.
Mientras tanto, Ponce de León completaba su sobria labor y se encaminaba a una victoria cómoda, cómo para demostrarle a su equipo que tiene una tercera alternativa a la hora de pensar en un Ford ganador.
"El triunfo es para Berta"
SAN JUAN (De un enviado especial).- Aunque la timidez superaba a su serena alegría, Gabriel Ponce de León no lograba ocultar la sonrisa serena por el deber cumplido. Lejos de las polémicas y los incidentes, pensó sólo en acelerar hasta su tercera victoria en el TC 2000, en el que debutó el 20 de septiembre de 1998, en este mismo escenario: "La ventaja inicial fue fundamental, porque me permitió regular un poco en el final", dijo Ponce de León. "Le dedico el triunfo a Oreste Berta, por confiar en mí. Me dio lástima lo de Henry (por Martin), pero ganó un Ford y eso es lo importante", dijo.
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