Torneo Apertura. Un triunfo clave para volver a entusiasmarse
Racing triunfó ante Colón de Santa Fe por 2 a 0 con una victoria indiscutible.
SANTA FE.- Si sabrá Racing de entusiasmarse con facilidad. Y ahora tiene otro motivo. Porque anoche venció por 2 a 0 a Colón en esta ciudad, le robó el invictó al conjunto de Francisco Ferraro y volvió a encaramarse en una posición expectante en el lote de equipos que persigue a Independiente en el ampeonato Apertura.
El triunfo no se pude discutir. Favoreció a quien mejor actuó para conseguirlo. Aunque tiempo al tiempo, porque si se hiciese un balance de la primera etapa, lo primero que surgiría, con la fuerza de la incontrastable realidad, es que Colón no mereció retirarse en desventaja.
Porque en campo de Racing se disputó casi toda la etapa inicial, a través del buen manejo de los jugadores santafecinos y de la vocación de ataque que siempre los impulsó.
Si hasta situaciones de riesgo generó el equipo de Francisco Ferraro, pero el muy buen momento que desde hace un tiempo está atravesando Ignacio González impidió en dos ocasiones que el balón impulsado por última vez por un jugador local llegase hasta el fondo del arco.
El desempeño de Racing era entre discreto y mediocre. Algún remate de media distancia de Rubén Capria y centros cruzados como único recurso ofensivo eran la reiterativa propuesta. Pero no por ello perdió eficacia... porque justamente en uno de esos envíos aéreos llegó la apertura del marcador con un perfecto cabezazo de Martín Vilallonga. Era el mejor momento de Colón pero....
Sabido es que esto de los merecimientos poco tiene que ver con los caprichos del fútbol. Bueno, en esa primera etapa había quedado una vez más en evidencia.
Ahora sí, turno de justificaciones
Pero Colón ya no fue el mismo en la parte final. Su rendimiento ingresó en una insalvable cuesta descendente. Se desarmó, perdió prolijidad y se equivocó al aislarlo totalmente a Muller en el ataque. Entonces los visitantes crecieron. Se animaron. Y comenzaron a jugar con la intranquilidad y la impotencia de los dueños de casa. Los tutores de un Cementerio de Elefantes que anoche no se iba a cobrar otra víctima. El segundo gol de Esteban Fuertes (buena definición en una correcta escapada) terminó por descontrolar a Colón. Que ni siquiera cuando tuvo un penal a su disposición pudo estrechar la diferencia: Agoglia frente a Ignacio González y el arquero de Racing claro ganador para desviar al remate hacia un costado.
El resto final de los locales se pareció más a un desesperado e improductivo ataque que a otra cosa. Claridad no existía y buen juego mucho menos. La solidez defensiva de Racing -encabezada por Brusco- y la experiencia de Quiroz, Netto y la precisión de Capria, se encargaban de cerrar cualquier camino hasta Nacho González. Y si pese a todo esto podían acceder hasta el arco de enfrente, González agigantaba una y otra vez su figura para desbaratar los desprolijos intentos.
Los minutos finales sólo aportaron el nerviosismo del descuento del juez Javier Castrilli porque los hinchas de Colón se obstinaban con no descender del alambrado. El partido era otra cosa y ya estaba sellado. Para Colón, la primera derrota en el torneo, y para Racing, la posibilidad de volverse a prender a una vieja ilusión.
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