Una final para ver y disfrutar

Es el día más esperado de la semana más linda del año del polo. Es la jornada que se hace interminable para los ocho protagonistas, que normalmente tienen algunos problemas para conciliar el sueño la noche anterior y las horas parecen consumirse más lentamente de lo normal desde que se despiertan. Hasta que, después del almuerzo, llega el momento de tomar el bolso, los tacos y salir en busca de la gloria. Nada moviliza más la carrera de un polista que este día mágico.

Llegó la hora. El 108° Campeonato Argentino Abierto Movicom Bellsouth tendrá hoy un campeón. Desde las 17, en la cancha N° 1 de Palermo, Indios Chapaleufú (Marlboro) y La Dolfina pugnarán por el título del torneo más importante de polo del mundo.

Por los estilos de ambos equipos, hay augurio de un buen espectáculo para esta tarde, aunque eso, en definitiva, se verá en la cancha y de acuerdo con las circunstancias. En cuanto a las posibilidades para dirimir cuál de los dos equipos se subirá al escalón más alto del podio, prácticamente no hay diferencias entre unos y otros. Ambos tienen un crack descollante: Adolfo Cambiaso, en La Dolfina, y Bautista Heguy, en Chapaleufú. Junto a ellos aparecen en cada equipo tres jugadores de altísimo nivel, capaces de desequilibrar en cualquier acción. Además, claro, no hay que obviar que una final representa un partido sin igual, en el que mucho influye la actitud de cada uno en ese día y a la hora señalada.

• Cómo llegaron . Ambos compartieron el Grupo B, en el que Chapaleufú terminó primero al vencer a La Dolfina por 16-9. Además, los Heguy vencieron en la clasificación a El Paraíso (Budweiser) por 14-6, mientras que Cambiaso y Compañía superaron al mismo rival por 13-8. En las semifinales, La Dolfina venció con claridad a Ellerstina (Telefónica) por 18-14, mientras que, en una de sus mejores actuaciones en los últimos años, Chapaleufú le ganó el clásico a sus primos por 15-11.

En materia de conquistas, Indios Chapaleufú va por su sexta corona; fue campeón en 1986, 1991, 1992, 1993 y 1995, a la vez que llegó a la final en 1984, 1987, 1988, 1996 y 1997. Para La Dolfina, es su segunda intervención en el Abierto y nuevamente está en la definición; la temporada última cayó frente a Chapaleufú II.

Pero todo eso es historia. Ahora es el momento que todo polista sueña en su vida. La gloria espera.