Woods podría perder el Nº 1 en junio de 2010
Tarde o temprano, iba a pasar. El complicado presente de Tiger Woods, exiliado del golf por decisión propia y tiempo indeterminado debido a sus problemas matrimoniales, se trasladará al ranking mundial. Si a principios de noviembre el jugador norteamericano tenía más de un motivo para brindar -este año volvió a los links luego de una operación de rodilla y demostró que sigue dominando a todos sus rivales-, su prolongado ausentismo podría traerle efectos colaterales. Dependiendo de cómo jueguen, sus perseguidores en el escalafón mundial, Phil Mickelson (2º), Steve Stricker (3ero) y hasta Lee Westwood (4º), podrían llegar a sobrepasar a Woods, en junio, luego del Abierto Británico.
Los problemas de alcoba de Woods podrían llevarlo a terminar con las 236 semanas que lleva al frente del ranking. Ni siquiera una lesión en la rodilla izquierda (que lo obligó a pasar por el quirófano a mediados de la temporada pasada, en la que casi no jugó) tuvo el privilegio de quitarle el número uno del mundo. Por más que Woods se mantuvo alejado de los links durante nueve meses, los 11,06 puntos de ventaja que llevaba sobre sus perseguidores fueron un colchón suficiente como para mantener su lugar de privilegio. Hoy, la distancia es menor: Woods aventaja por 6,53 puntos a Mickelson, por 8,16 a Stricker y por 8,26 a Westwood.
Hasta el desgraciado incidente de fines de noviembre, en el que su auto chocó contra un árbol y una toma de agua, Woods había ganado seis de los 17 torneos en los que había participado y, además, se llevó todos los galardones individuales del año, como el de "mejor golfista de la temporada", que le entregó la PGA. De todas formas, el accidente ocupó más espacio en los noticieros que sus conquistas en los greens. A partir de ese incidente, nada fue igual para el primer deportista en superar la barrera de los 1000 millones de dólares en ganancias.
El mejor golfista del mundo también sufrió una sangría en el portafolio de auspiciantes, ya que la empresa Accenture decidió rescindirle el contrato luego de que Woods asumiera haberle sido infiel a su mujer, la ex modelo sueca Elin Nordegren. El fabricante de relojes de lujo Tag Heuer y la multinacional de higiene masculina Gillette eliminarán las campañas que tengan a Woods como protagonista. Otros sponsors, como Electronic Arts o Nike, ya aclararon que se mantendrán firmes con el astro, pese a la mala imagen que generan sus escándalos.
Woods, desaparecido luego del accidente automovilístico que destapó la olla de su vida privada, ya decidió pasar sus vacaciones separado de su mujer, y no tiene una fecha definida para regresar a las canchas. Algo que sí tienen sus máximos rivales, cuyo calendario para 2010 ya está determinado. Stricker es la primera cabeza de serie para el Abierto de Hawaii, que comenzará el próximo 7 de enero. Tres semanas después, el 28, Phil Mickelson debutará en la temporada 2010. Será en el Abierto de San Diego. Tanto Stricker como Mickelson tienen un objetivo: cazar al tigre.
Un divorcio de 300 millones de dólares
Según el New York Post, Elin Nordegren quiere separarse de Woods, a quien le exigiría 300 millones de dólares y la custodia total de los hijos del matrimonio, Sam Alexis y Charlie Alex, en lo que sería el divorcio más caro de la historia. Además, el Post asegura que la pareja pasará las fiestas por separado.
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