ABSA instalará medidores para cobrar el agua en la provincia
LA PLATA.- El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dispuso una drástica reestructuración de Aguas Bonaerenses (ABSA) para intentar paliar la severa crisis de financiamiento que atraviesa la compañía estatal encargada de prestar el servicio de agua potable y cloacas a 3,7 millones de usuarios, en 68 municipios del Gran Buenos Aires y el interior provincial.
La medida, que trata de evitar que la situación siga repercutiendo en la calidad de la prestación, incluye achicamiento de la estructura empresarial y racionalización de contratos y gastos en general, además de la iniciativa de generalizar la instalación de medidores a los usuarios, ya que hasta hoy el cálculo del servicio surge de una estimación vinculada con las características de los inmuebles.
"Encaramos un proceso de reestructuración en los próximos meses para achicar gastos y mejorar los ingresos, además de optimizar la gestión y la operación, concentrando la inversión en el cúmulo de reparaciones pendientes", dijo a la nacion el secretario de Planificación y Servicios Públicos provincial, Franco La Porta. Consideró, no obstante, que la situación de ABSA no escapa a las dificultades de financiamiento estructural que sufre la provincia de Buenos Aires.
Los aprietos financieros que soporta ABSA fueron hechos públicos semanas atrás por el Sindicato de Obras Sanitarias de Buenos Aires (Sosba), que advirtió mediante un comunicado sobre lo que calificó como las "graves complicaciones financieras" que estaría atravesando la empresa estatal, lo que, según el gremio, pone "en serio riesgo" las prestaciones. Sosba tiene un 10% de las acciones de la empresa y también el manejo de todas las gerencias operativas. Por ello, sus dirigentes estudian una presentación judicial que deslinde responsabilidades por el denunciado desfinanciamiento de la compañía.
Según trascendió, proveedores de ABSA habrían manifestado su imposibilidad de seguir entregando mercadería e insumos, algunos de ellos indispensables para el funcionamiento de la empresa, ante la falta de pago. Fuentes de la firma estimaron la deuda con los proveedores en unos $ 550 millones. En el gobierno provincial aseguraron que se estudia la emisión de un bono para pagarla.
ABSA se sostiene con el cobro de las facturas, cuyo nivel de cobrabilidad, según las autoridades, es cercano al 80%, aunque fuentes ligadas a la empresa dicen que la recaudación apenas cubre el 20% de lo emitido. Además de un refuerzo presupuestario que aporta el Ejecutivo y que este año fue fijado en $ 247 millones.
"El problema es que el presupuesto asignado a la empresa se mantiene invariable desde hace varios años", indicó Guillermo Amorebietta, secretario de prensa de Sosba. "En 2012 el gobierno sólo envió un poco más de la mitad de la previsión, y el año pasado no giró ni un peso", denunció el gremialista".
"Si bien continuamos restringiendo los gastos de la compañía, ello no resulta suficiente para paliar el alto déficit que genera la ecuación de ingresos y egresos." La frase está en un acta de una de las últimas reuniones de directorio de ABSA, a la que accedió La Nacion. El acta, que lleva la firma del presidente de ABSA, Guillermo Scarcella, menciona innumerables gestiones hechas por el directorio ante el gobernador Daniel Scioli para conseguir un alivio financiero.
Según La Porta, la ecuación empresaria es adversa. "Mientras nosotros estamos produciendo unos 560 litros de agua por persona y por día, lo que implica un gran derroche de agua por parte de la población, nos pagan por ello con una tarifa que sólo cubre unos 200 litros." Para el funcionario, "es necesario concientizar a la gente para reducir el consumo y llevarlo a los estándares de la región, que se ubican en unos 160 litros por persona".
En ese sentido, La Porta adelantó: "Vamos hacia el sistema de micromedición con colocación generalizada de medidores para cobrarle a la gente por lo que consume", cosa que hoy no ocurre, ya que la prestataria estima el consumo según una ecuación que se basa en el valor fiscal de los inmuebles. La instalación de medidores permitiría hacer una corrección tarifaria a partir de un piso común de consumo, superado el cual el costo se encarecería, explicó el funcionario, y aclaró, de todas formas: "Nuestra concepción es que para adecuar las tarifas es necesario antes mejorar el servicio".
La tarifa de ABSA estuvo congelada desde 2003 hasta 2012, cuando se incrementó en un 180%. En 2009 se había realizado una polémica recategorización de usuarios sobre la base del valor y las características de los inmuebles.
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