Aconsejan darle prioridad a estabilizar el frente financiero
Fue la conclusión en un encuentro de ejecutivos del sector; críticas al discurso de Macri y elogios a la actitud de Alberto Fernández
CÓRDOBA.- Un clima dual se vivió en la antesala de las exposiciones de la jornada organizada por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). Los elogios se los llevó el candidato Alberto Fernández y, a la vez, había expectativas de una recuperación de Juntos por el Cambio.
Los empresarios -reunidos para escuchar al analista Rosendo Fraga y al economista Fernando Marengo, del estudio Arriazu- estaban conformes con Fernández avalando la institucionalidad y descartando que su propuesta suponga un riesgo de default. A la vez, la mayoría pretendía que Mauricio Macri dé vuelta el resultado de las PASO en octubre.
Fraga se encargó de reducir esas chances: "Lo más probable es que crezca el voto anti-Macri porque habrá más empobrecimiento. Mientras él crea que puede dar vuelta el resultado, más difícil será recuperar la confianza; cada vez que el Presidente habla sube el riesgo país".
En el café previo, los ejecutivos criticaban duramente el discurso de Macri del lunes, a la vez que las medidas anunciadas ayer les resultaban prácticamente indiferentes por entender que la inflación creciente les restará impacto. El denominador común era que primero se debe estabilizar el frente financiero. Ante la consulta de, si como advirtió Domingo Cavallo a fines de julio sobre que el kirchnerismo -si ganaba en las PASO- jugaría a la suba del dólar para licuar la deuda, Marengo sostuvo que esa es una parte, pero, a la vez, "empuja la inflación, la tasa, el riesgo y profundiza la recesión".
"De los US$30.000 millones de necesidad de financiamiento para el próximo año, está claro que con un riesgo país de 2000 puntos los dólares no saldrán del mercado y el superávit fiscal no alcanza; hay que empezar a buscar otras alternativas", definió el mayor desafío para el próximo gobierno.
Admitió que las fuentes de donde se pueden sacar dólares incluyen algunas posibilidades que no comparte, como los US$18.000 millones del swap chino: "Para usarlos habría que cambiar las condiciones de relacionamiento con China, y en medio de la guerra comercial con Estados Unidos no convendría porque es Estados Unidos el que tiene poder de veto en el FMI".
Hay unos US$15.000 millones que forman parte del encaje bancario y que no se deberían usar para no poner en riesgo la eventual devolución de depósitos. Respecto de qué sectores superavitarios en dólares se podrían gravar, Marengo mencionó campo, energía y a quienes exteriorizaron activos. "Todas recetas algunas veces usadas y que fracasaron. La clave es conseguir financiamiento por un acuerdo geopolítico, y es con Estados Unidos", definió.
Las inquietudes de los empresarios, además de económicas, se concentraron en qué estructura de poder puede construir Fernández, si con más o menos independencia de su compañera de fórmula, Cristina Kirchner. Los ejecutivos preferirían cierta distancia.
Para Marengo las alternativas respecto del tipo de cambio son tres: que el Banco Central salga y lo defienda, que cuide los dólares de las reservas o que ponga controles de cambios. "Las tres son igual de recesivas, pero las últimas dos son inflacionarias y abren el riesgo de una espiralización. Habría que ponerse de acuerdo en un tipo de cambio y defenderlo para lograr un ancla nominal y que la economía no siga sin rumbo", dijo.
"Para frenar una corrida, el mecanismo de licitación no es el ideal. El Central tiene que sentarse con los dólares y responder a la demanda. Para eso hace falta el acuerdo del Fondo", resumió. Estimó que una devaluación del 40% tiene un impacto directo de 16 puntos en la inflación, al que se le debe sumar el indirecto por insumos importados que se usan en producción nacional.