Advierten sobre el "efecto contagio" de la crisis de los países emergentes a otras naciones
El efecto que la crisis que viven los países emergentes pueda tener sobre el resto de las naciones fue parte del debate durante el T20, un grupo de reflexión del G-20 que congrega a think tanks de todo el mundo y que se realiza en el país.
Temprano a la mañana, fue el turno del presidente del Banco Central de Colombia, José Antonio Ocampo, quien hizo pública su preocupación acerca de si la crisis que atraviesan los países emergentes más vulnerables –la Argentina, Turquía y Sudáfrica– podría contagiarse al conjunto de las demás mercados en desarrollo, en consonancia con lo que dijo la titular del Fondo Monetario Internacional ( FMI), Christine Lagarde, la semana pasada.
Sin embargo, LA NACION consultó a varios economistas al respecto y la mayoría coincidió en que el sistema financiero global está más sólido que en el pasado.
"La crisis en países emergentes, que ha comenzado acotada a algunos países y se ve notablemente en la Argentina, pero también en Brasil y Sudáfrica, es el gran interrogante. Es decir, si el contexto internacional está listo para manejarlas y evitar su dispersión al resto de los países", disparó Ocampo durante su intervención en la conversación inaugural del Summit del T20
De esta forma, el funcionario colombiano se sumó a la preocupación que expresó la titular del FMI acerca de que la crisis que atraviesan países como la Argentina y Turquía se amplíe por el mundo a medida que se genere una escalada de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China o que suban aun más las tasas de interés internacionales.
Si bien Lagarde reconoció en una entrevista con el Financial Times que aún no percibe un "efecto contagio", advirtió que "estas cosas podrían cambiar rápidamente" y citó la "incertidumbre y la falta de confianza ya producida por las amenazas al comercio, incluso antes de que se materialice", como uno de los principales peligros que enfrenta el mundo en desarrollo.
Hasta el momento, la crisis de los emergentes se ha centrado en la Argentina y Turquía, que tienen problemas fiscales o políticos específicos y que han elevado la preocupación de los inversores. Pero países tan diversos como Sudáfrica, Indonesia y Brasil han visto salidas de capitales en las últimas semanas, lo que aumenta el riesgo de una crisis más amplia, según explican los especialistas.
"El sistema financiero está más sólido, porque hay más intercambio de información. En los últimos años hubo muchos esfuerzos para que haya más revelación de información, entonces hay un mejor entendimiento de lo que está pasando. Pero la pregunta no es si es más seguro, sino si es suficientemente seguro para eliminar el efecto contagio", dijo la economista Claude Lopez, de Milken Institude.
"Siempre habrá contagio, especialmente para los países grandes como la Argentina y Turquía, pero eso no puede terminar en una crisis sistémica. Siempre tuvimos crisis financieras y disruptivas, pero de ahí a que un sistema colapse, como tuvimos en 2008 y 2009, es una historia totalmente diferente. Las crisis actuales son localizadas y no globales. La normalización de la política monetaria de Estados Unidos es algo que la gente estaba esperando hace mucho tiempo y se está haciendo de manera gradual", agregó la académica francesa.
"No hay riesgo inminente"
Asimismo, el mexicano Hugo Perezcano Díaz señaló que "el sistema financiero es más sólido y que las medidas que se han tomado desde la última crisis (2008) para acá han funcionado". Sin embargo advirtió que "no hay un riesgo inminente pero sigue habiendo problemas de estabilidad financiera".
"Hay regulaciones que están funcionando y hay un mayor monitoreo de las instituciones sistémicamente importantes. Hay mayores requisitos de reportar y de proporcionar información. Hay más transparencia y todo eso ayuda. No me parece que vaya a suceder algo así en estos momentos pero el problema de las crisis es que surgen cuando uno menos se lo espera", agregó el economista.
Por otro lado, el economista norteamericano Kevin Gallagher indicó: "El sistema financiero global está en terreno inestable. La tasas de interés de Estados Unidos estuvieron muy bajas mucho tiempo y hubo mucha deuda de corto plazo acumulada tanto en el sector corporativo como en el público en algunos países emergentes. Ahora que Estados Unidos cambió la dirección de las tasas y que el presiente Trump está tuiteando y entablando guerras comerciales y creando incertidumbre global, esto está causando mucha inestabilidad en los mercados emergentes".
"Estamos viendo los efectos, en los países más inestables por razones económicas y políticas: Argentina, Turquía, Sudáfrica. También hay un segundo rango de países afectados: Brasil e India. Si Estados Unidos sigue provocando más incertidumbre, incentivando la guerra comercial o suben la tasa de interés muy rápido, el riesgo es malo. Pero ahora puede ser contenido en los dos primeros rangos", dijo el académico de Global Development Policy Center.
Como solución, Gallagher dice que "se necesita coordinación global y foros como el G-20, que son muy importantes para que todos los bancos centrales y sus ministros de finanzas estén en la misma página en estos temas". Y agregó: "Es necesario que los países que más necesiten financiamiento de largo plazo lo consigan de los bancos multilaterales y de los bancos nacionales de desarrollo, para que se aseguren que los países puedan comenzar a crecer".
Finalmente, el economista argentino José Siaba Serrate comentó: "Las condiciones internacionales siguen siendo adversas y lo que uno ve a esta altura es que están vulnerables por lo menos una docena de países con problemas financieros, no de la magnitud de Turquía y la Argentina, pero importantes: Siri Lanka, Sudáfrica, varios países asiáticos, Pakistán, Indonesia. Todos están teniendo algún grado de dificultad vinculado con el cambio de la condiciones financieras, que son mucho más duras y con la fuerte expansión crediticia de los años previos".
"El sistema financiero parece más solido que en otros tiempos, pero es un momento además donde puede ser puesto a prueba con mayor nivel de exigencia y puede mostrar alguna fisura o alguna vulnerabilidad que ahora no es tan evidente. Ahí también hay un cierto nerviosismo y una voluntad que esto disminuya antes que se convierta en algo más complicado", concluyó.
El rol de la OMC
En el mismo panel que Ocampo también estuvo el economista de la Fundación Friedrich Naumann, Thomas Straubhaar, que se refirió al rol que, según él, debería tener la Organización Mundial de Comercio (OMC) frente a las devaluaciones de los países miembro.
"Si se devalúa la moneda, se impacta a las importaciones y exportaciones con un único golpe. El efecto es más fuerte que establecer subsidios y aranceles porque la moneda afecta a toda la economía. Dentro de la OMC tenemos que ver cómo lidiar con los golpes de la moneda", consideró, y dijo que debería analizarse en el futuro si todos los países equivalen a un voto, lo que fue discutido por el presidente del Banco Central de Colombia y Vera Songwe, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para África de Naciones Unidas.
"Yo creo en la representación igualitaria. Estamos aquí porque creemos que la voz no es equitativa", dijo Songwe, a lo que Ocampo sumó que ha visto cómo los países desarrollados presionan a los no desarrollados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para apoyar consensos. "Esto tiene que resolverse, porque de lo contrario no se resuelve el sistema de cooperación internacional", agregó.
Por otro lado, Horacio Reyser, secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Argentina, que también estuvo en el encuentro en una charla sobre el G-20 y el futuro del sistema multilateral de comercio, se refirió al acuerdo político logrado el viernes pasado en Mar del Plata para reformar a la OMC.
"Mas allá de las posiciones claras, hubo una declaración final en la que hubo cooperación y se demostró que, en este contexto, se puede dar una discusión constructiva. Lo que podemos sacar en limpio es que hubo consenso y un mensaje político que es que hay que reformar la OMC. Necesitamos un sistema multilateral de comercio y debemos empezar a trabajar para mejorarlo", afirmó y dijo que el G-20 ha mostrado su fortaleza.
En tanto, consultado acerca de si los líderes van a hablar sobre proteccionismo, dijo que los países han sido claros en cuales son sus reclamos y ahora los líderes tendrán que canalizar esas tensiones en una discusión positiva en la que el proteccionismo debería ser discutido entre otras cosas.
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