Advierten en EE.UU. por la transparencia y el costo fiscal de los PPP
El esquema público-privado para financiar obras se transformó en la vedette de las presentaciones oficiales
WASHINGTON.- No pasa demasiado tiempo en la asamblea de primavera del FMI y en las reuniones del G-20 sin que algún funcionario argentino pronuncie la sigla "PPP", el esquema de participación público-privada que el Gobierno está poniendo en marcha para financiar obras de infraestructura y con el que apuesta a captar fuertes inversiones. Entre US$500 y US$700 millones en el último trimestre del año y el equivalente a un punto del PBI a partir de 2019 y por los próximos cuatro años, según cálculos del Ministerio de Finanzas. Suena atractivo, y en general la idea es bien recibida aquí, pero también hay riesgos.
"El de la Argentina está considerado el mejor ejemplo de PPP a nivel mundial; los analistas dicen que la estructura financiera que hemos armado es la mejor porque venimos de la industria y sabemos qué riesgos debe correr cada parte", afirmó el ministro Luis Caputo , en diálogo con la prensa argentina. "Estudiamos todos los casos anteriores y el de algunos países a los que les fue mal. Un riesgo, por ejemplo, es no hacerlo lo suficientemente atractivo como para que las empresas se presenten, o hacerlo de una manera que resulte carísimo", reconoció.
El tema se abordó también ayer en el panel "La agenda de infraestructura del G-20 y el rol del sector privado", que se realizó en la sede de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (USCC, por su sigla en inglés), con la participación del sherpa argentino, Pedro Villagra Delgado; el jefe de Gabinete del Ministerio de Hacienda, Ariel Sigal; el representante argentino del Business 20 (B20) para financiamiento del crecimiento y la infraestructura, Mario Blejer; el experto del Banco Mundial en PPP, Laurence Carter, y el vice para América Latina de la USCC, Neil Herrington. Allí se advirtió que el nivel de transparencia que tenga el programa será clave para su éxito. "Es la principal meta", consideró Carter. "La Argentina está liderando este tema y hay que felicitarla, porque una infraestructura sólida ayuda al empleo y a la disminución de la inequidad, pero debe tomar nota de países transparentes como Canadá o Australia, que apenas empiezan un proyecto lo divulgan y comunican, todo es público y la gente puede acceder a la información en un website", agregó.
Por su parte, Sigal dijo que "podemos hacer una contribución usando el G-20 como foro para ver cómo el sector privado puede cubrir la brecha de infraestructura de nuestros países".
En tanto, Blejer advirtió que "hay una cantidad óptima de transparencia. Si usted es excesivamente transparente y abre los detalles y las formas de los contratos habrá mucha gente que no quiera participar. Es un nivel de equilibrio delicado. Estos PPP tienen que surgir por interés mutuo, no solo por incentivos políticos".
Le contestó Sigal, quien afirmó que entendía las dificultades del trabajo entre los sectores público y privado, pero que a veces era la única forma de lograr los objetivos. "No pasa un solo día en que un diario de Latinoamérica no muestre un caso de algo que no funcionó, pero no por eso hay que dejar de intentarlo", completó.
Carter, por último, reconoció que además "hay muchos preocupados por el impacto fiscal del PPP. Trabajamos junto al FMI para que los gobiernos entiendan y todos estén bien informados sobre cuál es ese impacto y cuáles los riesgos de estos programas".