Aerolíneas: el cabotaje se desplomó casi un 50% en marzo y abril será peor
Con los aviones en tierra desde el 20 de marzo pasado, la industria aerocomercial enfrenta una de las peores caídas de tráficos de pasajeros de la historia en la Argentina con datos inéditos, al menos en los últimos 20 años.
En marzo, el tráfico de cabotaje cayó 49,4%, a 681.000 pasajeros, comparado con febrero, cuando se transportó a 1.262.000 personas, según los datos divulgados el jueves por la ANAC.
En tanto, el tráfico internacional en la Argentina en marzo registró una caída de 52,5%, a 631.000 pasajeros que, o bien despegaron o aterrizaron en aeropuertos argentinos, principalmente el Ministro Pistarini. El mes anterior habían sido 1.116.000 viajeros, casi el doble.
Las cifras de caída de un mes a otro no tienen comparación con ningún momento de la historia reciente, cuando la actividad aerocomercial se vio golpeada por distintos eventos: enero de 2002, tras la explosión de la Convertibilidad y la crisis institucional; o la erupción del volcán Puyehue, en 2011. Tampoco se dio semejante caída de un mes a otro, después del 11 de septiembre de 2008, tras el atentado contra las Torres Gemelas.
De los aeropuertos con mayor tráfico de pasajero las caídas fueron: Aeroparque (53% versus febrero), Córdoba 56%, Bariloche (34%), Mendoza (52%) e Iguazú.
Los aviones ya volaban semi vacíos antes de la cuarentena
Si se mide por cantidad de vuelos de cabotaje, en marzo se registraron 7046, lo cual representó una caída de casi 37% respecto a los 11.142 de febrero.
¿Por qué cayó menos la cantidad de vuelos que la cantidad de pasajeros de cabotaje? El dato es un indicador de que los aviones ya empezaron a sentir el impacto de la emergencia por el Covid-19 mucho antes del parate total de la actividad el 20 de marzo. La emergencia se declaró el 12 de marzo.
La semana antes de comenzar la cuarentena, ya se podían ver algunos Boeing 737, Airbus A320 o Embraer 190 (los tres modelos que operan las línea locales) con muchos asientos vacíos, una imagen poco habitual en un mercado que a partir de la llegada de las low cost a fines de 2016 viene creciendo en forma sostenida.
Mientras en febrero los factores de ocupación de las aerolíneas que operan el mercado doméstico estuvieron entre 80% y 85%, en marzo ese factor cayó a entre 62% y 74%, según los datos de la ANAC.
Algunos datos de la pérdida de pasajeros por compañía: Aerolíneas/Austral pasó de 881.243 pasajeros en marzo de 2019 a 424.947 en marzo 2020. Latam registró apenas 111.375 viajeros, versus los 190.518 que transportó en marzo de 2019.
Flybondi cayó de 112.409 clientes transportados en el tercer mes de 2019 a 61.237 el mes pasado. En tanto, Norwegian bajó de 98.323 en marzo de 2019 a 46.475 en el mismo mes de este año (su operación la compró JetSmart).
Por su parte, Andes pasó de 48.026 a 3586 aunque en este caso hay que tener en cuenta que el año pasado volaba varias rutas que ya no opera. De la misma forma, JetSmart transportó a 30.546 pasajeros el mes pasado y a esa altura del 2019 aún no había debutado en el mercado local.
Abril será peor y la reactivación eventual en mayo y junio muy lenta
Pero abril será aún peor y las estadísticas recogerán las peores caídas de tráfico de la historia, con el cabotaje paralizado durante los 30 días, salvo algunos pocos vuelos autorizados por razones sanitarias a destinos puntuales. Además, se espera que en mayo y junio, aún cuando los aviones vuelvan a volar (algo que está por verse), será con pocos viajeros.
El Gobierno está estudiando medidas de asistencia al sector en el "Grupo de trabajo de evaluación de las consecuencias económicas del Covid-19" o Geocovid, que coordina la ANAC junto a las aerolíneas y otros organismos que administran o regulan el sector. Este comité se creó el 3 de abril por la resolución 109/2020 de la ANAC.
Para todos los actores de la actividad aercomercial, el golpe de marzo es apenas el comienzo, comparado con los récords de caída que se batirán en abril. Salvo Aerolíneas Argentinas/Austral, que realizó vuelos de emergencia para devolver a turistas a sus hogares, Latam, Flybondi, Norwegian, JetSmart o Andes prácticamente no movieron sus aeronaves en lo que va del mes.
Hay que tener en cuenta que aún cuando se permita volver a volar a las compañías a partir de mayo, costará mucho tiempo volver a recuperar el nivel de tráfico, coinciden expertos en transporte aéreo y turismo.
"Las ventas cayeron más de 70% para los próximos dos meses, mayo y junio, el nivel de ocupación va a ser muy bajo cuando se levante la cuarentena", explicaron a LA NACION, en Flybondi.
Dejarán de facturar US$2400 millones
Esta semana la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), estimó quelas aerolíneas locales perderán ingresos por US$2431 millones este año.
"Sin ayuda inmediata del Gobierno, las aerolíneas que operan en la Argentina no van a estar en condiciones de continuar sus operaciones a los niveles anteriores a esta crisis y, en el peor de los casos, podrían dejar de existir" , alertó el martes Peter Cerdá en una conferencia telefónica con periodistas.
Sin embargo, ayer ejecutivos de Flybondi y JetSmart, las dos principáles low cost locales, dijeron a este medio que están más preparadas para resistir estas semanas sin vuelos debido a su flexibilidad para reducir algunos costos en partes variables del salario atados a la cantidad de vuelo que realiza cada piloto o tripulante y otros gastos.
Las low cost tienen convenios colectivos más flexibles que Aerolíneas Argentinas/Austral y Latam, las únicas dos empresas que operaron el cabotaje hasta su llegada.
El otro ahorro lógico de las aerolíneas en estas semanas de parate total es el combustible, que suele ser el primero o segundo costo de las aerolíneas, dependiendo del precio internacional del barril de petróleo. El otro costo significativo es la masa salarial.
Aeropuertos vacíos
El impacto del parate en la actividad aérea no afecta solo a las aerolíneas, sino también a los aeropuertos, con una pérdida de ingreso fuerte para los concesionarios como Aeropuertos Argentina 2000 o London Supply. Cada pasajero que aterriza o despega paga una tasa aeroportuaria de $195 en el caso del cabotaje (y US$51 por pasajero internacional).
Pero además de dejar de percibir las tasas aeroportuarias, con las terminales vacías hay una gran pérdida de ingresos para los concesionarios de servicios gastronómicos, tiendas de regalos, alquiler de autos o servicios como estacionamientos, taxis, remises o transfer.
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