Aerolíneas y los pilotos, una pulseada millonaria con los aviones en tierra
El gremio aprovechó como nadie los dos millones de dólares diarios que tuvo la empresa de subsidios; hay sueldos que llegan a 250.000 pesos por mes
La negociación paritaria de Aerolíneas Argentinas y Austral se veía como el mojón que tendría que atravesar la gestión de Isela Costantini. La razón es simple: cualquiera de los siete gremios que conviven en la empresa puede paralizar la operación.
Pero sin duda, el de pilotos es el más poderoso y, seguramente, el mejor pago de la Argentina. Un comandante de la línea aérea de bandera tiene un sueldo promedio de alrededor de 160.000 pesos, con picos que pueden llegar a 250.000 pesos según la antigüedad y el tipo de avión que comande. Los de Austral están por debajo de esa cifra. Siempre si se toman los picos de salario y los más bajos del escalafón, los sueldos medios de esta compañía llegan a 130.000 pesos. Las cifras, claro está, son el salario bruto. Sobre eso se deberá aplicar el impuesto a las ganancias que paga cualquier trabajador que supere los 30.000 pesos por mes. Ahora la discusión está en torno a un aumento por un año de alrededor de 45 por ciento. Y claro, no hay mejor manera de presionar que dejar miles de pasajeros en tierra.
Isela Costantini pretende iniciar un proceso de reducción de déficit y el acuerdo paritario es clave
Tal es el costo laboral que este acuerdo es determinante para el desarrollo o no del mercado aerocomercial al menos, para el próximo año.
Los pilotos de la empresa funcionaron durante años con una suerte de acuerdo tácito con la anterior administración que condujo Mariano Recalde . La billetera inagotable de fondos públicos con la que manejó la compañía, requirió subsidios desde que asumió por 678 millones de dólares por año en promedio, generó un impasse en los paros. Hubo pocas medidas de fuerza ya que los negociadores de la empresa otorgaron beneficios durante años a cambio de no tener los aviones en tierra.
De hecho, el año pasado y para disimular el número impreso en la paritaria, reconoció un 60% del sueldo bruto a pagarse en enero, desembolso que efectivizó la actual administración. Así pudo exhibir el sello en la paritaria con un porcentaje menor al que efectivamente se pagó.
Pero ahora aquellos tiempos cambiaron. Costantini pretende iniciar un proceso de reducción de déficit y este acuerdo paritario es clave para aquel fin.
Además, la pauta que fije Aerolíneas termina por ser el referente para todas las compañías del sector. Tal es la ascendencia de este acuerdo que se ha tornado una barrera de ingreso al mercado aerocomercial argentino para otras empresas. Más allá del entusiasmo inicial por empezar a volar, varias compañías retrasaron sus planes, Avianca y Ryan Air, por ejemplo. Dicen que los acuerdos paritarios que llega Aerolíneas hace años torna imposible la rentabilidad en otras más pequeñas que, además, no reciben subsidios.
Protocolo para la huelga
Anoche circuló entre los afiliados al gremio de pilotos de Aerolíneas Argentina un preciso instructivo sobre cómo comportarse ante un paro.
Los pilotos recibieron un memo en el que el gremio estableció las conductas. “En caso de que la Comisión Directiva comunique el inicio de un paro de actividades en el sector ARSA deberán proceder según lo expuesto a continuación”, dice el documento.
En principio solicita dar “no OK” a la actividad programada. Además, advierte que los pilotos “no deberán subirse al remis durante toda la duración del paro”. Sucede que los pilotos son buscados en sus domicilios u hoteles, en caso de estar de pernocte en algún destino, por un auto contratado por la compañía. Y como las horas de servicio se computan no desde que el comandante llega a la aeroestación sino desde que el remis lo pasa a busca, el sólo hecho de estar sentado en el auto podría implicar cumplir con el vuelo.
Otra de las advertencias no deja lugar a dudas. “Si tiene programado un traslado: no presentarse”. Y finalmente, si la comunicación del paro encuentra al piloto dentro del remis, la instrucción es continuar al aeropuerto pero “no efectuar el vuelo”.
Si los pasajeros que quedaron varados en las estaciones aéreas tienen alguna esperanza de que el vuelo salga, pues a no hacerse ilusiones al menos hasta que se levante la medida. “Si no está en el avión: no tomar el servicio”. Sin embargo, uno de las conductas más inquietantes es qué pasará si el avión estaba en vuelo: “Terminar el mismo (el vuelo) y regrese a base”. Es decir, si un avión estaba en el aire y tenía que llegar por caso a Córdoba y regresar, pues según el gremio, debe hacerlo sólo con la tripulación a bordo y sin ningún pasajero.
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