Afinan el mecanismo para lograr que la tasa alta llegue al ahorrista
El Banco Central (BCRA) tiene decidido avanzar en un esquema de licitación de letras de liquidez (Leliq) con frecuencia mensual, que será complementario a las subastas diarias y de carácter optativo para los bancos, pero "no implicará cambio alguno en la política monetaria".
"La definición de tasa de política monetaria seguirá dada por las licitaciones diarias, solo agregaremos una licitación a 30 días para los bancos que quieran anclar tasa, aunque deberán asegurar el traslado a la que les pagan a sus ahorristas por los plazos fijos", confió una alta fuente de ese organismo.
El objetivo de la medida, como explicó LA NACION el sábado, es asegurar que los ajustes al alza que el ente monetario realizó a la tasa derramen sobre las que los bancos ofrecen por captar o retener plazos fijos. Es parte de una estrategia que apela a la "codicia" y apunta a mantener anestesiada la demanda de divisas para atesoramiento.
Lo intenta al reducir el riesgo de que parte del dinero que estaba invertido en Lebac hasta el año pasado (antes de volcarse a este tipo de colocaciones) se tiente con buscar refugio en el dólar.
Los depósitos privados en pesos a plazo fijo habían arrancado marzo en baja, afectados por los saltos del dólar, y el ajuste a la baja que habían aplicado los bancos en la tasa que pagan por este tipo de colocaciones (cayó del 40 al 33% anual para plazos fijos menores a $100.000 de comienzos de febrero a inicios de marzo) y el repunte de la inflación. Todo porque los bancos, al no observar reacción en la demanda de crédito, habían comenzado a desalentar la toma de depósitos.
Esta reacción inquietó a las autoridades del BCRA, que no desconocen que el stock de este tipo de colocaciones había crecido en $307.000 millones en tres meses, con un sesgo marcadamente cortoplacista.
Se trata de un monto que, volcado a la plaza cambiaria, podría desequilibrarla. Por eso accedieron al pedido de los bancos de calzar el plazo de una parte de las letras de liquidez (Leliq) con el de los plazos fijos.
Asegurar el efecto codicia
Para los analistas la medida es coherente con un esquema que apunta a tener calmo el dólar este año.
"Los depósitos privados en pesos han caído en los últimos 30 días. El spread entre la tasa de Leliq y la Badlar, que había llegado a estar en 8 puntos, se amplió a unos 22 y los ahorristas se enfrentaron a tasas que no cubren plenamente la inflación", describió Jorge Vasconcelos, investigador jefe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), dependiente de la Fundación Mediterránea.
Para este economista es clave que esa declinación se revierta y la receta a la que apela el BCRA al ofrecer "plazos superiores a siete días puede mejorar en el margen la cobertura de los riesgos de descalce que enfrentan los bancos, que además están muy líquidos". Aun así cree que, a estos fines, "sería más útil revivir el mercado de pases, utilizando bonos del Tesoro".
Para su colega José Echagüe, estratega de la administradora Consultatio Plus, la apuesta del BCRA apunta a "evitar riesgo de desarme" de los plazos fijos en un mercado que deberá convivir con una creciente tensión política.
"Los bancos veían la tasa de la Leliq demasiado volátil. En este sentido un instrumento gemelo que ayude a mitigar el descalce de plazo que enfrentaban puede ayudar a un mejor traslado de la tasa que convalida el BCRA a los depositantes", concluye.