Baja paulatina de las tasas
Estrategia: las medidas que está instrumentando el Banco Central apuntan en ese sentido, al igual que la reducción de los costos operativos que impulsan las entidades financieras.
Las tasas de interés, tanto para los depósitos como para los préstamos están señalando un paulatino descenso, pero todavía el costo de los préstamos, en particular para las pequeñas y medianas empresas, es considerado alto, especialmente por los industriales y comerciantes de pequeña o reducida envergadura de negocios.
Los principales referentes del mercado financiero estiman que tanto con las medidas que las entidades están tomando para reducir sus costos, como las que propicia el Banco Central para la aumentar la solvencia, competitividad y transparencia del sistema, habrán contribuir a que se mantenga la tendencia declinante de las tasas de interés.
Nada inmediato
No obstante, pocos especialistas esperan una drástica e inmediata caída de los niveles sin que el conjunto de esas medidas esté acompañado por otras que limen o reduzcan los costos adicionales que gravitan sobre los spread (la diferencia entre las tasas que se abonan por los depósitos y las correspondientes a los préstamos financieros) que registra el sector bancario argentino.
Es sabido que el problema de acceso al crédito se centraliza en las pequeñas y medianas empresas (Pyme), en razón de que la tasa es alta, ya que las grandes empresas encuentran generalmente un acceso más fácil al financiamiento en los mercados de capitales del exterior con un costo menor.
Informe del BCRA
Un informe presentado por las autoridades del Banco Central (BCRA) en el Parlamento destaca los logros alcanzados a partir de 1990 hasta el presente en materia de reducción de tasas de interés y crecimiento del crédito, y puntualiza las condiciones que deben prevalecer para consolidar ese proceso en curso.
En ese lapso, estabilidad mediante, según se indica en el trabajo, el crédito para todo el sistema, y más aún para el consumo y las Pyme, aumentó significativamente: un 230 por ciento.
Se expresa, asimismo, que no son elevadas las ganancias en el sistema financiero, y que el problema de la tasa de interés "es un problema de costo", según el informe elevado a los legisladores.
El estudio del Banco Central, al referirse a los factores determinantes en la constitución de la tasa de interés activa que cobran los bancos privados a los tomadores de crédito, tomando un nivel del 20% anual, destaca la gravitación de los gastos (4,3%), de las previsiones (5,5%) por riesgo crediticio y de la tasa pasiva (6,3 por ciento).
Al hacer su comparación con la tasa activa en los Estados Unidos, del 9,3% anual, indica que los gastos son del 1,1%, las previsiones del 2,1% y la tasa pasiva del 4,1 por ciento.
Por lo tanto, resulta fundamental la reducción de los costos del sistema local y del grado de incumplimiento que determina el nivel citado de previsionamiento.
En cuanto a la tasa para los depósitos, la posición del BCRA es "respetar al ahorrista", para que no se repitan experiencias del pasado, que por tener niveles negativos de retorno hizo que los fondos tuvieran otros destinos.
Por ese motivo se rechaza la fijación de tasas reguladas y de créditos subsidiados.
Dos tipos de medidas
Respecto de qué debe hacerse para facilitar el acceso al crédito de las Pyme, se alientan dos tipos de medidas, generales y específicas. Entre ellas figuran las siguientes:
- Reducir el riesgo país por medio de la solvencia fiscal.
- Favorecer la competencia bancaria.
- Asegurar la solvencia y liquidez del sistema financiero.
- Promover la cultura del crédito y la creación y utilización de las sociedades de garantía recíproca, así como de la factura conformada.
- Reducir el déficit y la deuda provincial.
- Privatizar la banca provincial.
Otro aspecto importante que contribuiría a la baja de las tasas, posición que comparten tanto el BCRA como todas las entidades bancarias, es agilizar en la Justicia los cobros y los recuperos de los créditos en mora, mediante la creación del fuero financiero.
Perspectivas negativas
Las expectativas en cuanto a la baja en las tasas de interés no son optimistas en el corto plazo y los cambios que puedan producirse dependen básicamente de dos factores: la Justicia y la mejor información. Pero aún en el mejor de los casos, las tasas activas, donde está el desafío político, no bajarían más del 2 o 3 por ciento.
"Para poder bajar las tasas hay que eliminar las causas de los costos adicionales", dijo Domingo Stamati, economista del Banco Río.
"La reducción es probable en la medida en que el Estado se comprometa a crear un fuero financiero dentro del ámbito de la Justicia para agilizar los cobros y los recuperos de préstamos, y la puesta en marcha por parte del BCRA de la Central de Riesgo, que brindará información sobre los deudores", explicó Carlos Pérez, economista del Banco Quilmes.
"Los malos créditos implican una tasa alta y actualmente hay grandes deficiencias en la Justicia y en la información", coincidió Stamati.
"La tasa anual tiene cuatro puntos por cargos de incobrabilidad", agregó.
Ya en el informe Corrigan, éste advertía sobre los costos de incertidumbre y la falta de cultura crediticia en el país, que significa, básicamente, que los créditos deben devolverse. También influye el alto grado de manejo de efectivo, que resulta muy costoso para las entidades financieras. Asimismo, un descenso en las tasas va a depender de las políticas adoptadas por el Banco Nación y el Banco Provincia, dos motorizadores del sistema financiero, y de que el proceso de monetización vuelva a resurgir.
"Esta última baja promovida por el Banco Central tiene motivos políticos", dijo Pérez.
"Técnicamente no están dadas las condiciones para una baja inmediata, ya que, merced al déficit fiscal el Estado sigue demandando fondos y la monetización está estancada desde hace tres meses", comentó.
Para Pérez, si la monetización aumenta entre el 15 y el 20%, con una continuidad en la política económica, con un contexto internacional estable, y teniendo en cuenta la política de encajes (fueron aumentados al 20% para 1997) y el lento proceso de bancarización, las tasas no van a sufrir grandes alteraciones.
"Si se bajaran por decreto o por una circular del BCRA sería nefasto", concluyó Stamati.
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