Política social. Bajar el gasto público ayuda a los pobres
La globalización también beneficia a los que menos tienen, dice el BM
LONDRES.- Es llamativo que pocos, si es que alguno de los integrantes de la multitud de críticos, argumenten que la globalización es mala para el crecimiento en un sentido general. Su queja es que el crecimiento sirve sólo a los intereses de los ricos. Al hacerse más ricos los ricos, aumenta la inequidad y se deja afuera a los pobres.
Es algo que se podría decir respecto de los países ricos y pobres o de los ricos y pobres dentro de cualquier país. La mayoría de los críticos parece creer ambas versiones. Las evidencias respecto de lo primero son claras desde hace tiempo. Los países pobres que se cierran frente a la economía global y que no logran crear una plataforma de crecimiento pueden por cierto quedarse pobres; el resto en realidad "converge".
En cuanto a la segunda versión, las dificultades para obtener y evaluar los datos han oscurecido la cuestión. Pero un nuevo trabajo de David Dollar y Aart Kraay del Banco Mundial muestra la verdad de las cosas. Sus conclusiones no podrían ser más claras. El crecimiento realmente ayuda a los pobres. De hecho eleva sus ingresos tanto como eleva los ingresos de todos los demás.
Los autores analizan datos sobre crecimiento, ingresos y una variedad de variables para 80 países a lo largo de cuatro décadas. En promedio el ingreso de los pobres aumenta a la par del ingreso general. Hay relativamente poca variación respecto de ese promedio. Por ejemplo, los datos muestran 108 episodios de al menos cinco años en los que los ingresos generales per cápita crecieron un 2% o más al año. En todos menos en seis de estos casos, también aumentaron los ingresos de los pobres. Como subrayan los autores, esto no significa un "derrame hacia abajo", en el sentido de que los ricos se hagan más ricos y luego, pasado un tiempo, también les va mejor a los pobres. Los ricos, los pobres y el país en su conjunto ven subir sus ingresos simultáneamente y con una tasa similar.
Otras ideas
El estudio analiza otras ideas acerca del curso de la pobreza en desarrollo. La "hipótesis de Kuznets" que se cita a menudo sostiene que las desigualdades al interior del país aumentan en las primeras etapas del desarrollo y se reducen más adelante. Ahora parece que no es así. Dollar y Kraay han encontrado que la relación entre el ingreso general y el de los pobres se da a la par en los dos casos y que en este sentido los dos conjuntos estadísticamente no se diferencian.
Otro mito: en las crisis, son los pobres los que sufren la mayor caída de sus ingresos. Nuevamente, dividiendo la muestra en episodios de crisis y de no crisis, los autores encuentran que la relación de paridad se mantiene intacta. (Esto no niega que una caída del 10% en sus ingresos perjudica más a un hombre pobre que a un hombre rico. Pero si lo que se sostiene es que los ingresos de los pobres en las crisis caen proporcionalmente más que los ingresos de los ricos, eso es equivocado.) Y otro mito: a menudo se sostiene que el crecimiento antes beneficiaba a los pobres, pero que ya no es así en la nueva economía mundial.
Los autores investigan si hay políticas e instituciones particulares que tengan un efecto sistemáticamente diferente sobre los pobres. Por ejemplo: ¿la globalización aumenta la inequidad del país? La respuesta es que no. Resulta que la apertura acelera el crecimiento en una medida estadísticamente significativa y no tiene ningún efecto discernible sobre la distribución. En síntesis, la globalización eleva los ingresos y los pobres participan plenamente de ello.
Los economistas desde hace mucho tiempo sostienen que la vigencia de un régimen legal es crucial para el desarrollo. Los autores confirman esto: los derechos de propiedad firmes promueven el crecimiento. ¿Pero los derechos de propiedad firmes les niegan los beneficios del desarrollo a los pobres, como podrían suponer algunos? Nuevamente, no. El efecto respecto de la distribución no es distinguible en términos estadísticos del cero. ¿Y qué hay de la democracia? Los efectos sobre el ingreso son pequeños y estadísticamente insignificantes en los dos canales. Incluso la educación primaria, sorprendentemente, no favorece a los pobres aunque sí promueve el desarrollo y en esa medida sí ayuda a los pobres.
Efecto sobre el ingreso
Sólo dos políticas parecen tener un efecto sistemático, es decir, afectan la distribución del ingreso así como el aumento general del ingreso. Una es detener la inflación y la otra es reducir el gasto público. Como uno puede suponer, las dos elevan el crecimiento. Lo que quizás uno no pensaría es que también mejoran la distribución del ingreso, beneficiando a los pobres el doble.
Los estudios a menudo indican que los pobres odian la inflación más que los ricos. Las evidencias en este estudio muestran que la inflación proporcionalmente afecta más el ingreso de los pobres que el de los ricos. El resultado respecto del gasto público parece más sorprendente. A menudo se justifica el fuerte gasto público como una manera de ayudar a los pobres.
Respecto de sus ingresos, parece lograr lo opuesto: retrasa el crecimiento, lo que reduce directamente los ingresos de los pobres junto con los de todos los demás y, junto con ello, vuelca la distribución del ingreso en contra de los pobres. El "gasto social", la categoría de gasto público que se centra más explícitamente en los pobres, es meramente neutral, y no tiene casi efecto alguno sobre el crecimiento y la distribución.
Es difícil creer que este estudio vaya a cambiar las opiniones de muchos críticos. A fin de cuentas, los autores son del Banco Mundial, por lo que su trabajo se puede echar al canasto de la basura sin leerlo. Pero quizá no sea demasiado pedir que los gobiernos estén menos a la defensiva, que se muestren menos complacientes ahora que se les ha demostrado con tanta claridad que el crecimiento es tan bueno para los pobres como para todos los demás.
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