Bancos denuncian que hay municipios que le cobran $5 millones de impuestos por mes por tener abierta una sucursal
Advierten que ese sobrecargo es creciente, se cobra en algunos casos sobre los cajeros automáticos lo que desalienta la instalación de nuevos equipos.
La cámara que agrupa a los bancos privados de capital nacional (ADEBA) denunció hoy que hay municipios que cobraron tasas municipales por más de $5 millones por cada sucursal activa en enero de 2021, y que hay otros que recargan con hasta $80.000 por mes la tenencia de cajeros automáticos.
Y advierte que ese creciente sobrecosto no solo impacta sobre el costo del crédito que pueden ofrecer, sino que puede hacer disminuir la oferta de servicios financieros en aquellos distritos más gravosos, lo que atenta contra las iniciativas que buscan ampliar la inclusión financiera.
La denuncia aparece en un documento denominado “Impacto de las tasas municipales” que recoge datos de un relevamiento de las tasas municipales que los distintos distritos le han cobrado a los bancos asociados en los últimos años.
La encuesta detectó que al menos tres municipios cobraron tasas municipales por más de $5 millones por cada sucursal bancaria en enero de 2021. “Para poner en perspectiva el peso de las tasas, basta con decir que, en los tres municipios más gravosos, la tasa municipal que paga una sucursal es superior a 50 salarios bancarios de nivel inicial cuando una sucursal típica tiene entre 7 y 12 empleados. En otras palabras, los bancos les pagan mucho más a los municipios que a sus propios empleados”, grafica.
Además, comprobó que otros 42 municipios (mayormente de la provincia de Buenos Aires, pero también en la mayoría del resto de los distritos) cobraron tasas municipales entre $ 1.000.000 y $ 5.000.000 mensuales por cada sucursal (sumas que representan en promedio 30 salarios básicos de bancarios) y 25 distritos más enviaron boletas por entre medio millón y un millón de pesos por sucursal por mes.
Para Adeba, el exagerado peso de las tasas municipales pasó a ser “uno de los costos más significativos de la operatoria bancaria”, en el país.
“En aquellos municipios donde la presión fiscal sobre las sucursales y cajeros automáticos resulta desproporcionada, es esperable ver menor presencia de las entidades financieras como a la vez muy probablemente se vean más cajeros automáticos y sucursales en aquellos municipios cuyas tasas municipales guarden relación con los servicios prestados”, subrayó Javier Bolzico, presidente de Adeba.
En su documento recuerda que las denominadas “tasas municipales” no son un impuesto. “Son una contribución económica que pagan las personas y empresas en contraprestación por un servicio prestado por los municipios, tales como el alumbrado, barrido y limpieza (ABL) o seguridad e higiene, entre otras cosas”, acota.
Es allí cuando apuntan que las tasas municipales que pagan entidades financieras “no guardan relación con el costo de servicio efectivamente prestado” por el municipio que la imponen para recaudar para financiar su gasto público. “Se desnaturaliza el objeto de las tasas municipales y se transforman en un impuesto sin contraprestación”, destaca.
Adeba también señala que hay algunos municipios cobran a los bancos hasta $80.000 adicionales por mes por cada ATM o terminal de autoservicio que poseen en las sucursales.
“Existen municipios en la provincia de Buenos Aires que cobran esos extras por cada cajero automático que tenga la sucursal, lo que no solo encarece los servicios financieros y atenta contra la inclusión financiera, sino que también dificulta la expansión y mantenimiento de parque de cajeros automáticos dado que pasa a ser un desincentivo: cuantos más cajeros se instalen en una sucursal, más se deberá pagar de tasas municipales”, apunta el trabajo.
De la comparación de tasas también se observó que esas tasas municipales “tienen una tendencia creciente a lo largo de los años”, en especial al cabo de los últimos 3 años. Señalan que, analizando tan solo los 20 municipios que cobran mayores tasas, “se detectaron alzas de hasta 300% en ellas en un año”.
La cámara de los bancos nacionales insiste en remarcar que las tasas municipales no sólo “encarecen los préstamos y demás servicios bancarios”, sino que además derraman sobrecostos sobre el “resto de las actividades de comercio y producción”.
Y recuerda que las elevadas tasas municipales atentan directamente contra la bancarización e inclusión financiera.
“El costo de estas tasas eleva tan significativamente los costos de una sucursal bancaria, que desalienta la apertura de sucursales e instalación de cajeros automáticos o terminales de autoservicio. Es decir, los más perjudicados por las altas tasas que los imponen municipios a las sucursales bancarias, son justamente los propios habitantes del municipio”, hacen notar.