Bancos y fondos del exterior, en Buenos Aires por la deuda
Merrill Lynch, Blackrock, JP Morgan e Itaú, entre otros, llegaron para recolectar datos
¿Qué hará Alberto Fernández con la deuda? Esa es la pregunta que los principales bancos y fondos de inversión vinieron a buscar la semana pasada a la Argentina.
Una puerta tocaron seguro: la del Gobierno. Los representantes de las principales entidades financieras fueron recibidos el miércoles de la semana pasada por el secretario de Finanzas, Santiago Bausili. La información fue confirmada a LA NACION por el Ministerio de Hacienda. En el Frente de Todos, cerca de Guillermo Nielsen y de Miguel Pesce, hombres cercanos al presidente electo, dijeron que no tuvieron contactos, pero Matías Kulfas y Cecilia Todesca prefirieron no responder la consulta de este medio.
El 6 de este mes, Bausili recibió en la Secretaría de Finanzas a representantes de Merrill Lynch Bank of America, Monarch, MFN Partners, Itaú, Blackrock, Investec, JP Morgan, VR Capital, Farallon Capital y Lazard, entre otros bancos y fondos de inversión.
Según pudo averiguar LA NACION, la deuda y su futuro fueron el principal tema de conversación con el secretario de Finanzas. La reunión fue pedida tiempo atrás por Sebastián Rondeau, vicepresidente de Bank of America Merrill Lynch en Uruguay, entre las primarias de agosto y las elecciones generales, tiempos en los que se anunciaron el "reperfilamiento" de la deuda y el primer cepo cambiario.
Según contaron, el grupo de banqueros llegó con "una agenda importante preparada" y con la creencia de que ya existirían definiciones acerca de qué pasará con la deuda que tiene la Argentina con acreedores privados. De los encuentros con las fuentes del oficialismo se fueron con las manos vacías, ya que en el Gobierno recalcaron que aún no hay una contraparte -un equipo económico- con el que trabajar la transición e incluso los pasos a seguir con relación a la deuda argentina.
Y a pesar de que buscaron plantear con el Gobierno las diferentes opciones existentes a tomar, la información relevada desde el Palacio de Hacienda fue escasa.
"Se está perdiendo mucho tiempo", afirmó a LA NACION una fuente que participó de la reunión en Buenos Aires. "Al final el tema de la deuda es un corolario del plan económico y de qué querés que sea la Argentina, un país conectado o no financieramente y políticamente con el mundo", agregó ante las dudas que existen en el "albertismo" y también en Wall Street sobre la existencia o no de un plan económico y las definiciones -más allá de los nombres que se revolean por WhatsApp- sobre un equipo económico que logre restablecer la confianza.
"El gabinete lo daré a conocer el 10 de diciembre cuando asuma", afirmó ayer el presidente electo de visita en Uruguay para apoyar al Frente Amplio en las elecciones.
Justamente, una de las posibilidades a la hora de lograr un alivio con la deuda que se barajó inicialmente fue una solución a "la uruguaya", esto quería decir sin una quita de capital e intereses, pero con un plan fiscal sustentable en el tiempo que permitiera patear los vencimientos de pasivos en el tiempo. Varios economistas cercanos a Fernández le recomendaron tomar otro camino, con quita de capital o intereses para dar sustentabilidad futura a su modelo.
Sobre la deuda, el Gobierno envió antes de las elecciones un proyecto de "reperfilamiento" al Congreso que fue ignorado por el Frente de Todos, pero que puede ser relevante luego del traspaso de mando y a la hora de reactivar el trabajo del Parlamento en las sesiones extraordinarias a las que Fernández convocará para tratar este tema y la vuelta de la emergencia económica, que le otorga más poderes al Poder Ejecutivo. Los casi US$150.000 millones a reestructurar aún no tienen destino claro. Así lo demuestra el riesgo país.