Batió un récord el nivel de riesgo país
Por los dichos de Dawson, tocó los 2319 puntos
El riesgo país argentino alcanzó ayer un pico de 2319 puntos básicos y batió así su marca histórica pocos minutos después que el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció oficialmente que no planea acelerar desembolsos de dinero a la Argentina, tal como había solicitado el Gobierno.
"Las declaraciones del vocero del FMI, que entre otras cosas negó el adelanto para este mes del desembolso previsto para diciembre, golpearon al mercado de títulos públicos porque el Gobierno debe pagar en noviembre intereses de cuatro series de Bontes", explicó Claudio Almada, operador de Copello Sociedad de Bolsa.
Thomas Dawson advirtió que la continuidad del programa con la Argentina depende del cumplimiento de las metas fiscales y del resultado de las negociaciones con las provincias sobre el reparto de los ingresos. Y puntualizó que el organismo no tiene previsto acelerar el desembolso de US$ 1286 millones previsto para diciembre.
Con este panorama, los dos bonos más representativos de la Argentina en el mercado se desplomaron: el FRB cayó 8%, a US$ 48,5, y el Global 2008 un 9%, a US$ 42 dólares. "El mercado definitivamente sintió eso. Es una noticia que golpea muy duro porque deja a la Argentina sola", señaló desde Nueva York Mario Zawadzki, operador de la casa de bolsa Schweber. "El mercado está quebrado. Amaneció mal por las noticias de la víspera y se encontró con que en el exterior retumbaba más fuerte la idea de default. Lógicamente acentuó esa caída la determinación del FMI", acotó Carlos Arhancet, del HSBC Bank.
Así fue como el riesgo país cerró la jornada en 2295 puntos (lo que implica que los títulos argentinos deberían pagar una sobretasa del 22,95% anual sobre sus similares del Tesoro de Estados Unidos), con lo que igualó el máximo histórico al que había llegado en marzo de 1995, durante el peor momento de la crisis que desató aquí la devaluación del peso mexicano. Pero en aquel momento el sensible indicador, que refleja el grado de confianza que los inversores tienen en la capacidad de repago de una economía, sólo era una referencia válida para los más reconocidos financistas y no tenía repercusión pública.
El nuevo salto del indicador se activó ante la desconfianza de los inversores sobre la reestructuración de la deuda, que en parte se anunció anoche. "No hay inversores posicionándose en bonos porque hay poco volumen de operaciones. El tiempo pasa y la ansiedad crece", evaluó Pedro Rabassa, economista jefe de Scotiabank Quilmes.
La clave son las garantías
El presidente De la Rúa había indicado, ayer al mediodía, que el país ahorrará entre US$ 3000 y 4000 millones el próximo año por el menor pago de intereses que provocaría la reestructuración, la que volvió a calificar de "voluntaria". Tras conocerse esa definición, los precios de los bonos insinuaron una mínima recuperación, que permitió que el riesgo volviera a perforar el piso de los 2300 puntos, aunque no por mucho.
Pero la confirmación de un 11,3% de caída en la recaudación impositiva, respecto del mismo mes del año anterior, recrudeció los temores y reactualizó las dudas de los analistas. "Acá la cuestión pasa por saber si algún organismo internacional va a conceder garantías", evaluó Geoffrey Dennis, estratego en jefe para la región de Salomon Smith Barney.
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