Brasil muestra poco interés en el plan cambiario argentino
BRASILIA (Dow Jones)-- La Argentina quiere adoptar un sistema cambiaro conjunto con Brasil en momentos en que funcionarios brasileños afirman que la intervención es una mala palabra.
Eso significa que el plan que presentó el lunes en Brasilia el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales argentino, Martín Redrado, destinado a mantener el peso y el real en alrededor de tres por dólar podría ser rechazado a menos que sea revisado.
Si bien el borrador representaría el mayor esfuerzo hasta la fecha para integrar las monedas desde que el bloque comercial Mercado Común del Sur, o Mercosur, lo adoptó como una meta de mediano plazo a fines de los 90, es probable que no se ponga en práctica por mucho tiempo. Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay son miembros del Mercosur.
"No hay un marco de tiempo para su implementación", señaló Redrado en Brasilia. Sugirió alcanzar una cuasiparidad entre el peso y el real a través de la adopción de bandas de cotizaciones o el aumento de créditos recíprocos. "Éste sería un sistema de transición a una moneda común".
El presidente del banco central brasileño, Henrique Meirelles, y el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, los principales gestores de la política económica del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, han señalado reiteradamente durante el último mes que no intervendrán en el mercado de divisas ni adaptarán metas para la moneda.
El lunes, Meirelles y Palocci trataron de distanciarse de la posición de Redrado.
Meirelles señaló que no estaba al tanto de debates sobre bandas monetarias. Palocci se reunió con Redrado y señaló que no discutieron bandas cambiarias pero acordaron estudiar "convergencias de políticas macroeconómicas" entre los dos países.
Hay una serie de obstáculos a los planes de Redrado. Los líderes del Mercosur nunca han dicho cómo se compondría un banco central para una moneda integrada y Brasil preferiría crear una integración monetaria sin el uso de intervenciones.
El esquema de Redrado también supone que en las elecciones presidenciales del 18 de mayo la victoria será para el candidato oficialista Néstor Kirchner sobre el ex presidente Carlos Menem, quien se opone a una integración monetaria y favorece lazos más estrechos con los Estados Unidos.
Redrado señaló que la creación de una banda para el peso y el real daría una mayor certidumbre a los exportadores, importadores e inversionistas. Por el lado del comercio, Redrado señaló que Brasil ofrecerá mayor financiamiento a las exportaciones a la Argentina.
Si bien la debilidad de las monedas afectó a sus economías durante gran parte de 2002, las preocupaciones de una excesiva fortaleza de las monedas recientemente ha saltado a la palestra de los debates económicos en ambos países.
Desde enero, el peso y el real se han apreciado cerca de un 20% frente al dólar -originando temores de que el aumento de las exportaciones y el incremento de las sustitución de importaciones podrían desacelerarse en desmedro de los sectores con mejor desempeño de ambos países.
El peso alcanzó la última semana su nivel más alto en más de un año y el lunes cerró en 2,80 por dólar, mientras que el real cerró en 3,04 por dólar y se cotiza cerca de sus mayores niveles desde agosto.
Los principales asesores de Lula, quien continúa tratando de cultivar una imagen pro mercado tras décadas de abogar por políticas que atemorizaron a los inversionistas, afirman que intervenir en los mercados cambiarios es un juego peligroso que no vale la pena.
Pero los ministros de planificación y comercio de Lula han abogado por las intervenciones para asegurar que las exportaciones sigan creciendo y continúe disminuyendo el déficit de cuenta corriente.
El propio Lula sugirió la semana pasada que un excesivo fortalecimiento del real no era positivo. Pero la declaración sorprendió a los inversionistas y el presidente rápidamente se retractó.
"El real continuará fluctuando y el gobierno no interferirá en eso", señaló el viernes.