Brasil sufrió una fuerte fuga de fondos externos
El mercado brasileño vivió ayer los coletazos de la turbulencia financiera y bursátil internacional, en una jornada marcada por el nerviosismo de los inversores extranjeros que retiraron fondos por casi 1000 millones de dólares.
Mientras la bolsa de San Pablo retrocedió sólo el 1,17 en promedio, el Banco Central del Brasil confirmó ayer oficialmente la magnitud de la pérdida de divisas en un día. Con ese monto, las reservas brasileñas disminuyeron 2669 millones en el último mes.
No obstante las cifras, el presidente de la autoridad monetaria del país vecino, Gustavo Franco, minimizó el efecto que esta salida puede tener para la estabilidad financiera. Pese a la intención tranquilizadora de las palabras de Franco, los analistas dicen que hay que estar atentos al hecho de que Brasil debe afrontar vencimientos por US$ 5000 millones en los próximos cien días.
Esas expectativas están condimentadas por una volatilidad internacional que no cede, en medio de rebotes -como el que registro ayer Asia- y caídas aparentemente sin piso como la de Rusia.
Mientras Asia rebota, Rusia sigue en picada
La recuperación del yen ayudó a los mercados de Oriente; en Moscú, las acciones cayeron casi un diez por ciento.
Ayer fue un día desparejo en los mercados mundiales. Asia subió fuerte, Europa algo, Wall Street bajó levemente y América latina tuvo un resultado dispar. Sólo Rusia siguió con su derrumbe.
En Wall Street, los operadores fueron presos de dudas y la bolsa retrocedió 0,25 por ciento tras dos jornadas de alza. El Dow Jones bajó 21,37 puntos a 8.693,28 unidades.
Las acciones treparon el martes después de que el presidente Bill Clinton admitió que tuvo una relación impropia con Monica Lewinsky. Wall Street esperaba que su confesión pusiera fin a una vieja preocupación en el mercado, pero algunos observadores no estaban totalmente seguros de que esto sería así.
"No creo que este asunto de Clinton haya terminado", dijo Peter Henderson, un especialista de mercado de Henderson Brothers que opera en el piso de la Bolsa de Valores de Nueva York.
Las operaciones tuvieron poco brillo y los índices acciones cambiaron poco durante el día hasta una caída más pronunciada del Dow durante a tarde.
Los bonos del Tesoro a 30 años descendieron después de que el dólar se debilitó frente al marco y el yen, pero la incertidumbre sobre el mercado accionaro evitó una venta más sustancial.
Salto asiático
Los precios de las acciones en las bolsas de valores de Asia repuntaron fuerte y cerraron en alza con excepción de Singapur y Bombay, pero incluso éstas tuvieron pérdidas leves.
El repunte de los mercados financieros de Asia fue una respuesta a la suba del lunes y martes en Wall Street.
La Bolsa de Valores de Hong Kong cerró con una ganancia de 5,7 por ciento, a 7622,6.
El éxito de Hong Kong impulsó incluso a mercados como el de Japón, que tuvo ganancias del 2,3 por ciento.
Europa
Las bolsas europeas devolvieron parte de las ganancias de la jornada y terminaron sólo con leves alzas, ante la indecisión de Wall Street.
Los ánimos también se apagaron luego que el viceprimer ministro de Rusia, Boris Fyodorov, dijo que un anuncio sobre los términos de una renegociación de la deuda interna previsto originalmente para ayer se postergaría hasta el lunes.
Las alzas en Europa las encabezó Londres, con un incremento del 0,8 por ciento. París terminó con una mejora de apenas 0,06 por ciento, mientras que Francfort, afectada por el nerviosismo en torno de Rusia, sacrificó ganancias de 2 por ciento para cerrar casi plana.
En los mercados cambiarios, el yen rondaba máximos de dos semanas contra el dólar luego de las declaraciones del viceministro japonés de Finanzas, Eisuke Sakakibara, en el sentido de que es probable una intervención en apoyo de la moneda japonesa en breve.
Los precios de las acciones en la Bolsa de Valores de Moscú cayeron a su nivel más bajo en dos años, mientras que el rublo perdió fuerza El principal índice de Rusia, RTS1-Interfax terminó con una caída de 9,42 por ciento a 90,19 puntos con las operaciones virtualmente congeladas.
El líder de los sindicatos rusos de trabajadores puso más presión sobre el gobierno al exigir que 10.000 millones de dólares en salarios atrasados fueran indexados a la anunciada devaluación del rublo.
Capitales que se van de Brasil
SAN PABLO.- La salida de casi mil millones de dólares de reservas del Banco Central brasileño en un sólo día comenzó a provocar inquietud.
En lo que va del mes ya dejaron el país 2669 millones de dólares, y otros 5000 millones tienen vencimiento en los próximos 100 días. Hay incertidumbre por la salida de ese dinero.
Se trata de inversiones a corto plazo, que ingresaron a principio de año producto de la resolución "63 caipira", para financiar al sector agropecuario.
Ahora con tasas apenas encima del 20 % y poca confianza en los mercados emergentes, las inversiones especulativas comienzan a abandonar el barco. La jefa del Departamento de Operaciones de Reservas Internacionales del Banco Central, María del Socorro Carvalho, reconoció que el escenario internacional es desfavorable.
Da igual
Pero Gustavo Franco, el director del Central, minimiza la gravedad de la situación.
"Para nosotros no hace ninguna diferencia que ese dinero salga o se quede. Las reservas existen para ser usadas".
Si la situación se mantiene estable, Brasil cerrará el mes con reservas de 73.000 millones. Previsiones como la de la prestigiosa consultora Tendencias -que tiene en su equipo al ex director del Central, Gustavo Loyola-, estiman que las arcas concluirán el año con 66.000 millones y aún en una situación cómoda.
"Estamos tranquilos. Las salidas que estamos teniendo no son especulativas. Son capitales que entraron con un plazo de 6 meses, y el plazo se está venciendo", dijo a La Nación el economista Roberto Padovani. El especialista aseguró que aunque continúen saliendo capitales, hay un colchón: "Por cuestiones contables, no se están contabilizando los 7000 millones que ya entraron por la venta de Telebrás, el Banco Bilbao Viscaya y el Real".
Complicaciones
Pero el problema que hoy tiene Brasil son las elevadas tasas de interés, necesarias para contener la fuga de capitales durante la crisis asiática. El efecto fue una multiplicaron de las cifras de déficit público.
Una nueva suba en la tasa podría hacer crecer ese déficit aún más _como le ocurrió a Rusia- y eso prendería una señal de alarma en los tableros de los inversores internacionales.
La próxima reunión del Comité de Política Monetaria, que pauta la tasa de interés del país, es el 2 de septiembre. Si es por las palabras de Franco, la tasa no será elevada. Pero faltan muchos días de crisis para llegar al momento de decisión, señalan analistas.
Consultado sobre la venta de dólares, el economista argentino Martín Redrado lo consideró "un tema que hay que seguir".
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