La nueva propuesta: entrevista con el presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles. "Brasil tiene una estrategia distinta de la argentina y honrará su deuda"
Dijo que su gobierno se limita a "hinchar" por el país para que la reestructuración termine bien
SAN PABLO.- "Brasil tiene una estrategia diferente de la de la Argentina y va a honrar su deuda", afirmó ayer el presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles.
En la primera entrevista exclusiva que concede a un medio argentino, el funcionario también afirmó que su país "hincha para que la negociación de la Argentina con los acreedores termine bien". Sin embargo, descartó con contundencia la posibilidad de pedirles públicamente a los acreedores privados un poco de comprensión con la situación argentina. "Pedirles comprensión a los acreedores no es una estrategia exitosa", rebatió, con la experiencia de haber sido él mismo banquero, emisor y acreedor de títulos públicos durante buena parte de sus treinta años de trabajo.
Durante la hora de conversación que mantuvo con este medio en la sede paulista del Banco Central, el ex presidente mundial del BankBoston insistió en diferenciar a Brasil de la Argentina, estrategia que es reforzada por el área económica del gobierno, con amplia supremacía sobre el sector tradicional del Partido de los Trabajadores, el otro factor de poder en que se divide actualmente el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Meirelles aseveró que Brasil tiene hoy bases sólidas y que la deuda pública es altamente gerenciable. Eso sí: si quedaba alguna duda sobre las intenciones oficiales de mantener firme el rumbo de una política económica considerada ortodoxa hasta por el propio mercado financiero, afirmó: "Este ajuste fiscal va a tener que durar diez años".
El número uno del Central brasileño también rechazó de plano la posibilidad de una moneda común en el Mercosur en el corto y en el mediano plazo. La idea había sido impulsada por el gobierno argentino el año pasado, apoyada por funcionarios cercanos a Lula da Silva, pero fue finalmente vetada por el equipo económico brasileño. "Tenemos un largo camino antes de la moneda común. Países que, como Brasil, tienen metas de inflación, no pueden tener también metas de cambio, porque a veces pueden ser inconsistentes", aseveró.
Al ser informado sobre la preocupación sobre la pérdida de valor del real, que las últimas semanas les quitó competitividad a los productos argentinos en Brasil y aumentó la de los brasileños en la Argentina -algo que no sería reprochable si ambos países no formaran parte de una unión aduanera-, Meirelles dijo que no puede hacer nada: "La tasa de cambio no se puede prever".
-La Argentina comenzó la negociación con sus acreedores privados. ¿Brasil puede hacer alguna gestión de apoyo?
-Brasil es solidario con la Argentina, pero no nos compete opinar sobre las estrategias del país. Nos limitamos a hinchar por la Argentina para que todo termine bien.
-¿Cree que los bonistas deberían aceptar la propuesta argentina?
-No podemos recomendarles nada a los acreedores. Apenas hinchamos para que la Argentina concluya con éxito su negociación. Los pedidos de comprensión a los acreedores gene-ralmente no son exitosos. (Risas.)
-Considerando las preocupaciones de los economistas sobre la deuda brasileña, ¿Brasil no puede llegar a necesitar algún tipo de comprensión así en el futuro?
-No: Brasil va a honrar la deuda; eso ya fue garantizado por Lula. Tenemos un camino diferente porque las circunstancias son diferentes. La estrategia es otra: es tener un superávit primario, políticas monetarias que llevan la inflación rumbo a un esquema de metas y un aumento del saldo comercial y del crecimiento sostenido. Todo eso va a hacer que la deuda vaya volviéndose decreciente.
-En las últimas semanas, la pérdida de valor del real (que ayer se cotizó a 3,11 por dólar) viene afectando la competitividad de los productos argentinos en Brasil. ¿Analizan la posibilidad de acordar algún tipo de banda o tomar alguna medida?
-En una cena reciente de presidentes de bancos centrales, uno de ellos le preguntó a los demás cuál es la finalidad de la tasa de cambio. Cada uno dio su opinión. Al final, la conclusión fue que el objetivo de la tasa de cambio es enseñarle a los banqueros centrales y a los economistas la sabiduría de la humildad (risas). Es decir, la tasa de cambio no es algo que se pueda prever. Brasil tiene un sistema de metas de inflación y no de metas de cambio.
-Entonces la moneda común del Mercosur está más descartada todavía...
-La experiencia muestra que la convergencia hacia una moneda común tiene que ser perseguida por medio de una convergencia macroeconómica: los países tienen que estar estabilizados, tener una política de endeudamiento público común, una política fiscal común y una política de normas de inversión común. En resumen, una moneda única es resultado de una convergencia muy prolongada. Creemos que tratar de llegar al fin antes de hacer las etapas anteriores no tiene sentido.
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