Buscan aumentar el control sobre las aseguradoras
El superintendente de Seguros de la Nación, Ignacio Warnes, revisará los números de las compañías del sector que denuncian ser deficitarias porque "dudo de que durante tantos años los accionistas estén realizando aportes de capital tan importantes", dijo el funcionario a La Nación .
"El rojo que denuncian las empresas no debe ser tan profundo. De lo contrario nunca vi un caso de filantropía capitalista como éste", ironizó. Lo cierto es que para poder llegar a la verdad, Warnes, junto con Economía, elaboró un proyecto que apunta a profundizar y consolidar el rol de la Superintendencia como organismo supervisor del sector asegurador.
Sistemáticamente, desde hace ocho años, esta actividad cierra sus ejercicios con importantes desequilibrios. Según un informe de Entidades Aseguradoras Privadas de la República Argentina (Eapra), entidad que agrupa a las compañías extranjeras, en el último lustro las aseguradoras tuvieron que aportar capital por $ 1226 millones de pesos, una cifra similar al patrimonio neto total del mercado asegurador a junio de 1999.
El trabajo señala también que el patrimonio neto del mercado representa sólo un 35% de la suma total de las primas de seguros contratadas. En Estados Unidos esa relación es del 70 por ciento.
"En el último trimestre se pidió la liquidación de tres compañías, entre ellas, la Italo-Argentina y Touring, pero además la Superintendencia puso sobreaviso de la difícil situación a otras cinco compañías", informó Warnes.
Actualmente, en la Superintendencia hay registradas 228 compañías de seguros, de las que sólo unas 150 operan en el rubro patrimonial (cobertura de hogar y autos). "No me arriesgaría a decir cuántas aseguradoras tienen que quedar, pero sí que se están creando las condiciones para que el sector se consolide. La extensión del Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria al sector asegurador tiene por objeto facilitar las operaciones de fusión y adquisición entre compañías", explicó Warnes.
Por su parte, Enrique Folcini, titular de ese fondo, dijo que el mismo cuenta con unos 800 millones de dólares, de los cuales 100 millones están disponibles para las compañías de seguros. "Todavía no se acercó ninguna propuesta, recién hace 15 días que enviamos la reglamentación del fondo a las compañías. Somos optimistas en su funcionamiento aunque hay que ser muy cautos porque a las empresas no les gusta perder plata y a nosotros tampoco", dijo Folcini.
Para las firmas que quieran suscribirse a la asistencia financiera, Warnes recomendó que, además de la propuesta que eleven al fondo y a la Superintendencia, obtengan la calificación de una evaluadora de riesgo reconocida.
"Otra resolución que busca aportarle transparencia al funcionamiento del mercado asegurador es la puesta en marcha, a partir del 1ro. de septiembre, del mecanismo de cobro con fecha cierta", agregó el funcionario. Este sistema obliga al productor a ingresar en la compañía de seguros, en un plazo no mayor a 48 horas, las cuotas que cobró a sus clientes.
"Nos preocupaba la figura del recibo provisional (que entrega el productor) en el que el asegurado cree estar cubierto cuando en realidad no lo está. Por eso decimos que este mecanismo le dará al sector mejor imagen, mayor solidez y transparencia", aclaró Warnes.
El nuevo mecanismo no obligará a pagar las cuotas a través de un banco (finalmente no se eliminó la posibilidad de que el productor sea medio de pago de un seguro), pero sí se le deberá dar al asegurado un recibo expedido por un medio electrónico.
Para Warnes, la Superintendencia tiene hoy limitadas su posibilidades de control, "por eso estamos enviando al Congreso una iniciativa en la que se busca ampliar las atribuciones legales de este organismo, aunque aun por debajo de las que tiene el Banco Central para el sector bancario. El objetivo es hacer acción preventiva y lograr una alerta temprana y agilizar la aprobación de los nuevos planes de las compañías".