Un escenario financiero con menos restricciones: jornada nada traumática en la City. Calma en los bancos y las casas de cambio
Algunos ahorristas retiraron sus depósitos para comprar dólares, pero la mayoría lo hizo para saldar las cuentas cotidianas
Unas cinco personas hacían cola ayer, a las 9.55, en la puerta de la sucursal de BBVA Banco Francés de la avenida Santa Fe al 1600. El cajero automático se había quedado sin dinero. En cinco minutos abrirían las puertas de las entidades financieras y se derrumbaría el corralito sobre las cuentas corrientes y cajas de ahorro.
Los clientes de la cola, sin embargo, no se desesperaban por retirar efectivo sino que se acercaron al banco a la misma hora en que lo hacen siempre: temprano, para después cumplir con otros trámites. El cajero vacío tampoco respondía al temor de los ahorristas a una nueva corrida bancaria o a una renovada suba del dólar: los empleados explicaron que suelen quedarse sin plata cada vez que el fin de semana coincide con el comienzo de mes y la fecha de cobro de los sueldos. A los pocos minutos repusieron billetes en la máquina. En otros bancos sólo recargaron los cajeros a las 15.
Pese a la liberación total del corralito, no se formaron largas filas en los cajeros automáticos ni en las ventanillas de los bancos porteños. Los ahorristas se mantuvieron cautos. Tampoco se incrementaron las habituales colas en algunas casas de cambio del microcentro.
"No creo que la gente apueste al dólar", opinó Gustavo, empleado de una agencia cambiaria. Argumentó que los ahorristas mantendrán el dinero en los bancos: "La gente tiene miedo de comprar el dólar muy caro. Muchos perdieron plata comprando hace unos meses el dólar a $ 3,80. Además, el Gobierno dice que lo va a mantener a $ 3,50 y también que debería bajarlo a 2,50".
En la sucursal del Banco Río de Diagonal Norte y Suipacha se juntaba una treintena de compradores de dólares. Eran los mismos de todos los días. Muchos coleros. "La gente esperará a ver cómo se mueve el mercado antes de comprar", comentó Fernando, de 30 años. "El dólar se irá para arriba si lo compran las grandes empresas. Pero el Gobierno dejará que suba para después bajarlo de golpe", agregó Fernando, que igual cambió sus pesos por la moneda norteamericana: "Hoy el oficial está a $ 3,53, barato. Todavía puede subir más antes de que lo bajen".
"No hay más clientes que en otros días", admitió un arbolito de la calle Sarmiento. "Pero hay que ver qué pasa. La gente esperará antes de comprar dólares", añadió uno de los tantos vendedores ilegales que merodean las calles del microcentro, algunos con celulares pegados a la oreja, ante la mirada desatenta de los policías.
En los bancos también se registraba el movimiento normal. Como si el corralito siguiera vivo. "La cosa está como cualquier día", dijo el agente de seguridad de la oficina del Banco Río en la calle Florida. El único rastro del corralito eran las placas de aglomerado negro, en lugar de las vidrieras.
A dos cuadras de allí, en la sede del Banco Nación, tres mujeres rubias gritaban, con martillo y cacerola en mano, que les devolviesen sus dólares. Protestaban contra el corralón, es decir, la pesificación de los depósitos a plazo fijo reprogramados.
"La gente está entregada", se lamentó María del Carmen, de 61 años, que se acercó al cajero automático del Banco Ciudad, en la calle Florida, para cobrar su jubilación. Sus ahorros quedaron encerrados en el corralón y por eso inició un recurso de amparo.
Javier, administrativo de 28 años, retiró ayer todo su sueldo de la caja de ahorro. Como todos los meses. Pero esta vez tiene un motivo adicional: "Puede haber una corrida bancaria".
"Vengo a cobrar el sueldo", dijo Adriana, de 30 años, especialista en marketing, al sumarse a la cola de un cajero automático. Necesita el dinero para cubrir los gastos cotidianos, no para comprar dólares: "Está todo muy preparado. El Gobierno dejará subir el dólar, después lo bajará y así se quedará con toda la torta".
"Si hubiera querido retirar lo que tenía en el corralito, lo hubiera podido saltar con un cheque cancelatorio, pero no lo hice", explicó César, comerciante de 49 años. Hace un año tenía depósitos en el banco, pero también deudas en dólares: "De la pesificación salí empatado". Desestima la posibilidad de comprar dólares: "Lo que tengo en cuenta corriente es para uso comercial. Además, los gurúes de la economía dicen que hasta marzo el dólar se quedará quieto. Claro que esos mismos son los que decían que ahora iba a estar a 8 pesos".
Sigue la protesta de Nito Artaza
- El movimiento de ahorristas que comanda el actor Nito Artaza realizará hoy un acto en memoria de las víctimas de la pesificación y reprogramación de los depósitos en dólares. Marchará desde la intersección de Florida y Diagonal Norte al Palacio de Tribunales, al cumplirse un año de la implantación del corralito. "Colocaremos una placa en memoria de los caídos (en Florida y Diagonal Norte) y se oficiará una ceremonia religiosa", explicó Artaza. Una veintena de mujeres comenzó ayer la protesta en las sedes de los bancos Nación y Galicia.
La reacción de los ahorristas
Javier
Empleado administrativo
- "Yo saqué todo mi sueldo de la caja de ahorro, pero esto es lo que suelo hacer todos los meses. Aunque esta vez también influye que pueda haber una corrida bancaria o del dólar."
Romina
Abogada
- "Vengo a depositar. Además, no tengo mucha plata para sacar del banco. Iré retirando en la medida en que necesite. Gracias a Dios no me agarró el corralito y no creo que me agarre. "
Beatriz
Especialista en sistemas
- "No hay corrida bancaria. Yo saco mi plata para hacer pagos y vivir. La gente tiene que pagar deudas y consumir. No creo que vaya a subir el dólar por la liberación del corralito."
Adriana
Especialista en marketing
- "Vengo a cobrar mi sueldo, pero no voy a comprar dólares. Está todo muy preparado: el Gobierno va a dejar que suba para después bajarlo y quedarse con toda la torta, como siempre."
lanacionar