1930-2020. Emilio Gimeno: el académico que dejó su impronta en la sanidad animal

A los 90 años, el viernes pasado falleció el académico Emilio Juan Gimeno, quien fuera un destacado científico de reconocimiento mundial en el ámbito de la sanidad animal.

Entre fines de los ochenta y mediados de los noventa fue presidente de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). En 2014 recibió la Medalla de Oro por sus trabajos en fiebre aftosa, BSE (enfermedad del mal de la vaca loca) y fiebre aviar, premio que se entrega anualmente a personalidades de destacada trayectoria mundial.

En la Argentina fue designado tres veces para presidir el Senasa. La primera, en 1965, durante el gobierno de Arturo Illia y bajo la gestión de Walter Kugler en la Secretaría de Agricultura.

Después, en 1974, en oportunidad del único llamado a concurso para presidir el organismo, rechazó su nombramiento por diferencias con el gobierno de Juan Domingo Perón. Por último, en 1983/1984 durante la presidencia de Raúl Alfonsín.

En su paso por el Senasa se redactó el "Reglamento de Carnes y Derivados", conocido como "Decreto 4238" y base reglamentaria de la inspección de alimentos en todo el país. Esta normativa, aún vigente, faculta en forma exclusiva al organismo para regular lo referente al control de alimentos en toda la cadena de productos de origen animal.

En cuando a la fiebre aftosa, fue el primero en utilizar las variantes de campo para ser incluidas en las vacunas con el propósito de obtener mejor inmunidad. En BSE coordinó y colaboró en los primeros relevamientos realizados en el país para demostrar la inexistencia de esa enfermedad en los 90.

Durante su gestión se construyó el laboratorio nacional del Senasa actualmente en funcionamiento en Martínez, Buenos Aires.

En su trayectoria también fue decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de La Plata, entre 1972 y 1974. Allí fue docente 40 años, desde jefe de Trabajos Prácticos de Enfermedades Infecciosas hasta profesor emérito en salud pública veterinaria en 2005. Era Académico de Número de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria. Recibió sepultura en el cementerio Parque Memorial de Pilar.