Está probado que los países de la región tienen la capacidad y la voluntad para erradicar la fiebre aftosa cuando se lo proponen. La experiencia prueba, también, que no han logrado ajustar los sistemas para hacer sostenible esa situación.
Transcurrido un tiempo cercano a los cinco años de la erradicación de la enfermedad se observa en todos los países que se relajan los sistemas de control y vigilancia y se flexibilizan las medidas de mitigación de riesgo. Esto es natural, ocurre con todos los riesgos que el ser humano enfrenta. Así, el olvido se convierte en el mejor aliado para la reintroducción de la enfermedad.
La Argentina y el resto de los países del Mercosur, mas allá de las medidas recientemente adoptadas frente a la emergencia, necesitan un programa de control y erradicación de la fiebre aftosa instalado a nivel supranacional y como Política Común. Esto implica la adopción de estándares y de prácticas armonizadas entre los países y, lo más importante, es que da transparencia a la situación epidemiológica y al desempeño de los servicios sanitarios. Este último aspecto es garantizado por la auditoría de un servicio supranacional.
En el pasado, la fiebre aftosa era un problema de difícil solución. Actualmente se cuenta con conocimiento y herramientas muy eficaces para erradicarla. Para garantizar el éxito en la erradicación o prevención de ingreso de la aftosa en países de zona de riesgo, se deben cumplir con las siguientes condiciones críticas:
1. Registro de predios, de ganado y control de movimientos
2. Disponibilidad de vacuna de calidad según estándares OIE
3. Vacunación adecuada cubriendo la totalidad del rodeo nacional
4.Vigilancia serológica para monitorear la eficacia de la vacuna. Todo movimiento no registrado del ganado, el uso de vacuna de mala calidad, la subvacunación en la que puede incurrirse por relajamiento del sistema y una deficiente vigilancia epidemiológica son factores que crean las condiciones favorables para la reaparición de la fiebre aftosa. Más aún cuando estas prácticas son motivadas por el lucro buscado por parte de operadores inescrupulosos.
El Foro Mercosur de la Carne (FMC), entidad que representa a 12 grandes asociaciones de ganaderos e industriales de los países del Mercosur, entiende que es imperioso terminar con el problema de la aftosa para posicionar definitivamente a las carnes bovinas en los mejores mercados del mundo.
Este es un objetivo posible de alcanzar. En el ámbito regional el FMC propicia que los gobiernos de los países del bloque adopten una política común, de alcance supra nacional en tanto que se trata de una enfermedad transfronteriza. El PAMA, programa adoptado regionalmente como respuesta política a las demandas del FMC, no cuenta con la fuerza legal necesaria para lograr el objetivo.
Fronteras adentro es importante mantener instalado el tema en la conciencia colectiva para que no se relajen las medidas de prevención. La implementación con transparencia por parte de la autoridad sanitaria de las medidas de mitigación de riesgo (vacunación, vigilancia epidemiológica, etc) y la rendición de cuentas de sus resultados hacen a la buena gobernanza, por lo que son componentes críticos del plan.
Para mantener la condición de país libre de aftosa se requiere una conducta responsable de los actores de la sociedad para respetar las normas y denunciar a quienes las violan con prácticas que privilegian el lucro particular, por ejemplo el contrabando de ganado, poniendo en riesgo a todo el sistema y perjudicando al conjunto de la sociedad.
El autor es director del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas
Héctor Salamanco