SAN NICOLÁS.- Pega el sol en San Nicolás: nueve de la mañana y ni una nube en el horizonte. Los nicoleños miraban con asombro un embotellamiento de autos en el camino habitual desde el hotel Colonial, donde anoche se realizó la cena para expositores con la presencia de la gobernadora María Eugenia Vidal, al predio de la exposición. Algunos conductores baqueanos se animaban a tomar un atajo para llegar a tiempo al primer día de la mayor megamuestra a cielo abierto del campo argentino: Expoagro 2018.
Las banderas de los expositores flameaban y los globos con forma de dirigible contrastaban con un cielo azul. Más expositores, más organización en las entradas y en los estacionamientos, calles más anchas con RAP (asfaltado prensado), más espacio entre stands y mejor circulación. El público coincidió en las mejoras de la muestra con respecto al año pasado, que por segundo año tuvo lugar en su sede estable del predio de San Nicolás, a la altura del kilómetro 225 de la ruta 9.
Boris Jancic amaneció a las cinco de la mañana en Ramos Mejía. Cuatro horas después circulaba por los stands de maquinarias. "Es mi primera vez en Expoagro y me gusta: está prolijo y bien pensado", afirmó. A su lado, José Smrdelj, productor de Lobos, agregó: "Veo la muestra superior a años anteriores: las calles están mejor hechas y hay más maquinaria: se nota que han invertido".
Pasadas las diez, comenzó a circular la mayor cantidad de público por los distintos accesos. Esta vez, la exposición cuenta con 202.000 metros cuadrados, mientras que en 2017 la superficie fue de 180.000 metros. "Hay más unidades para exhibir", dijo Sebastián Fiori, asesor de ventas de la concesionaria oficial Chaye Hermanos, en el stand de John Deere, uno de los más grandes de la exposición.
"Se sumaron los productos que se lanzaron este año: sembradoras, pulverizadoras, maquinaria de forraje, corta picadoras, enfardadoras de megafardos, entre otros", afirmó Fiori. Con respecto a las consultas de los clientes, el vendedor dijo que muchos productores se acercan, preguntan y planifican. "Quizá no compran hoy, por ahí programan la operación para la próxima campaña: lo van pensando", afirmó.
El asesor elogió la organización y la mayor circulación, y destacó que, por ejemplo, los boxes de atención al cliente este año son más amplios. Además, en esta edición, John Deere inauguró un stand específico para el segmento de ganadería con productos dedicados al sector: rotoenfardadoras, línea de mixers, tractores con pala y enfardadoras. "La ganadería es un sector en expansión y la empresa va en la línea con ese crecimiento", concluyó.
La muestra, que estará abierta hasta el viernes de 8.30 a 18.30, creció un 20% en cantidad de expositores: mientras que el año pasado eran 386 hoy son 460. Se sumaron expositores internacionales de China, Finlandia, Estados Unidos, Brasil e Italia.
Mateada y toro mecánico
A las once en punto comenzó la mateada en el stand del Banco Provincia con payador incluído. Los organizadores, vestidos con bombachas de campo y remeras blancas, repartían mate y termos verdes al público, en su mayoría familias, que se acomodaron en los bancos de madera. "Hay mate para todos -gritaba el payador ante el micrófono-. A las cuatro de la tarde volvemos a hacer otra". Mientras, Jorge Simmermacher, de Villa Mercedes, contó a LA NACION que asiste todos los años a la muestra. Con mate en mano, el contador y fundador de Pymes Productoras de Biodiesel, afirmó: "La muestra está más amplia. Se camina más tranquilo y los stands son más cómodos".
Mientras repartían helados, una niña de unos ocho años intentaba desafiar a un toro mécanico en el stand de New Holland: debía permanecer 30 segundos. No lo logró, pero aún así se llevó un premio. Por su parte, Sergio Gómez y Ricardo Bosisio llegaron desde Tandil. Mientras recorrían los stands de maquinarias, ambos encargados de campos afirmaron que la sequía no afectó su zona y que ya habían comenzado con la cosecha de girasol. "Vimos una extractora y una embolsadora. Con el financiamiento que hay, en cuatro meses lo pagás", afirmó Bosisio, de 61 años.
Cerrar negocios
Once y cuarto de la mañana: el calor iba en aumento. Muchos privilegiados circulaban en carritos eléctricos. Con sombrero, camisa escocesa y botas, Susana De Bary, caminaba por una de las calles principales de la muestra. No estaba sola: a dos metros la esperaban un grupo de personas entre los que se encontraban sus tres hijos.
Productora de Los Toldos, De Bary elogió la comodidad de la muestra. "Recién entro -dijo a LA NACION- pero se nota más organización en los accesos y en el estacionamiento. Vengo con comitiva", dijo entre risas. Y es que De Bary y su "equipo" tenían planificado adquirir camionetas y tractores. "Uno siempre toma la decisión por el precio y apoyada por un banco. Igual llegamos a la muestra con una idea en la cabeza, ya venimos con algo hablado", afirmó.
El sonido de las radios que transmitían en vivo y la música de los stands se interrumpió con el ruido de un helicóptero. A lo lejos, el vehículo presidencial se acercaba. El vallado ya estaba armado. Los perros rastreadores de explosivos hacían su trabajo. Las ventas crecían en los stands de comida típica, helados y foodtrucks. Minutos después, el público se concentró alrededor de las vallas para escuchar un discurso corto pero significativo. Mauricio Macri anunciaba beneficios para los productores afectados por la sequía. "Gracias por recibirme. Estamos en el camino de la normalidad, la apasionante tarea de construir la normalidad", dijo antes de cerrar el discurso. Los aplausos del público comenzaron en su última palabra.