El casi único mercado abierto para las exportaciones de biodiésel argentino depende de una decisión que se tomará en Bruselas el 30 de este mes. Ese día se reunirá el Comité de Defensa Comercial que deberá decidir si acepta la recomendación de la Comisión Europea de no aplicar sanciones antisubsidios a la Argentina y, a cambio, aceptar un acuerdo de exportaciones con cupos y precios máximos alcanzado con la Cancillería y los industriales locales.
El peso de esa decisión se puede mensurar en el valor de las exportaciones de biodiésel argentinas a la Unión Europea en 2018: unos 890 millones de dólares por 1,3 millones de toneladas. Las ventas totales alcanzaron los 1,4 millones de toneladas, según estiman los exportadores.
Tras un trabajo conjunto de la Cancillería y la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) se negoció con las autoridades comunitarias un acuerdo para vender una cantidad determinada del biocombustible y a un precio mínimo. Ni en el Gobierno ni en el sector privado quisieron revelar los detalles de la propuesta, pero confían en que el organismo europeo finalmente apruebe el acuerdo.
"La gestión de la Cancillería es para destacar", dijo una fuente del sector exportador.
Con el avance de las negociaciones, hace una semana la Comisión Europea recomendó a los países miembros aceptar el acuerdo con la Argentina. De esa forma, se descartaría una investigación por supuestos subsidios que promueve la industria del biodiésel contra la Argentina. De prosperar esa denuncia, se fijarían aranceles de importación de entre el 25 y el 33% contra las exportaciones del biocombustible. Hoy tributan el 6,5% y un nivel tarifario semejante quitaría a la Argentina de ese mercado.
Para los exportadores de biodiésel el destino europeo es crucial porque Estados Unidos comenzó a cerrar su mercado en 2017, con ventas que llegaban a US$1200 millones. Tras imponer sanciones por dumping y subsidios con tarifas que llegan al 150%, Estados Unidos recién en diciembre pasado dijo que estaba dispuesto a revisar esa decisión.
Con la Unión Europea el litigio es más prolongado. Ya perdió un panel en la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la Argentina tras imponer sanciones por supuesto dumping. Las autoridades comunitarias argumentaron que la Argentina tenía 16 programas de promoción y ayuda al biodiésel. Además, argumentaron que el diferencial de derechos de exportación que existía entre el poroto y el aceite de soja significaba una práctica predatoria del comercio. La cancillería argentina, por el contrario, argumentó que ese diferencial no violaba las normas de la OMC y ganó el caso en 2017. Tras ese triunfo, los industriales europeos de biodiésel que se resisten a la competencia argentina presionaron para impulsar una sanción por supuestos subsidios.
El año pasado el gobierno argentino eliminó el diferencial en las retenciones entre el poroto de soja y sus subproductos, lo que provocó el malestar de la industria, y además fijó derechos de exportación para todos los productos de la economía, entre ellos, el biodiésel.
Fuentes de la Cancillería estiman que la decisión de la Comisión de Defensa de la Comunidad Europea será favorable al acuerdo. Para la industria exportadora de biodiésel, integrada por el complejo oleaginoso, también sería una buena noticia lograr frenar una sanción.
- 890 millones de dólares: Representaron las exportaciones de biodiésel a la Unión Europea en 2018
- 1,3 millones de toneladas: Fue el volumen exportado por el país el año pasado a países de la Unión Europea
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