Es un mercado de 1.300.000.000 de habitantes, gran consumidor de poroto y aceite de soja y de cítricos; las carnes vacunas y los lácteos son sectores con posibilidades para desarrollar
Más que oportuna fue definida la visita a China que realizaron funcionarios y empresarios argentinos. Es que este gigantesco país oriental, con 1.300.000.000 de habitantes, se presenta como un gran mercado cuya demanda puede llegar a ser sumamente importante.
¿Por qué esto es así? Según señaló Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Argentina-China, en 1978 -posperíodo Mao Tsé-tung- el gigante oriental inició el camino de la apertura económica, no la política, pero de cualquier manera, con la primera decisión comenzó una etapa de crecimiento notable del país.
Tanto es así que "hoy no se puede hablar del mercado chino, sino de varios mercados chinos", enfatizó Taboada.
China hoy está dividida por lo menos en tres partes: una -un muy buen mercado-, en toda la zona costera rica, donde viven 200 millones de personas.
Otra, es la zona de ciudades más chicas del centro del país, habitada por 500 millones de personas que quieren "despegar".
La tercera está constituida por 600 millones de personas, sobre todo de áreas rurales, que aún están sumidas en un consumo básico.
Los 200 millones de personas de las zonas ricas ganan muy buenos sueldos, tienen bien cubiertas sus necesidades básicas, quieren un auto, vestirse bien, muestran gran interés por la cultura y quieren mejor alimentación. Dentro de esos 200 millones, hay 50 millones que conforman la clase más acomodada aún, que ya busca diferenciarse claramente.
Diversificación
Para Fernández Taboada, indudablemente ha comenzado un proceso de diversificarción en las costumbres y a eso se le suman los cambios que viene empujando la juventud.
Hay una notoria diferencia entre un chino mayor de 40 años y otro menor de esa edad. Uno lo ve claramente: una diferencia de actitud, de educación. El joven es un hombre de mundo, que se ha perfeccionado quizá en Londres o en Australia (anualmente salen 200.000 chinos a estudiar al exterior).
Todo esto viene acompañado de cambios. Los chinos comen fundamentalmente arroz, pero también tallarines, harinas y ahora quieren comer carne de mejor calidad, más pescado, más vegetales y buscan productos orgánicos.
"Entonces, desde enero a agosto le hemos vendido 1300 millones de dólares en soja. El año pasado nuestras ventas totales de todos los productos con ese destino fueron 1200 millones. Vamos a terminar el año seguramente con casi 2000 millones de dólares considerando todos los productos", agregó Fernández Taboada.
Para el especialista, es un salto impresionante, pero lo mismo ocurre con el sudeste asiático, que como región se ha convertido para los agroalimentos argentinos en el segundo cliente después de la Unión Europea (UE).
El aumento en el nivel de vida y la mejora en los niveles de ingresos están ocurriendo en casi todos los países asiáticos.
-¿Ahora, qué podemos esperar de China?, se preguntó el dirigente. Y contestó: "Podemos seguir vendiéndole soja seguramente. Participamos con el 30 por ciento de sus importaciones de la oleaginosa. El resto se lo envía Brasil y los Estados Unidos.
"Además se convirtió en el primer comprador de aceite de soja, puesto que ocupaba India. Este país nos demanda 750.000 toneladas de aceite de soja por año. China ahora está en 1 millón de toneladas. O sea, también es nuestro principal cliente en aceite de soja", explicó el dirigente.
Cabe informar que para 2004 China ratificó que volverá a comprar 22 millones de toneladas del grano, igual que este año y la participación argentina fue de siete millones. Como la producción norteamericana cayó a raíz de la sequía que tuvo los Estados Unidos, la Argentina podría incrementar sus embarques.
Otros productos
Según Fernández Taboada, China es nuestro décimo comprador de vino tinto, no en valor, pero sí en volumen, porque se llevan mayoritariamentes el de mesa, de precio más bajo, pero es el décimo comprador". Otros mercados importantes para este país asiático son los siguientes:
- Se ubica en el séptimo lugar como comprador de pescado congelado.
- Es nuestro primer o segundo comprador de lanas, dependiendo de la época del año.
- Sería un buen comprador de maderas duras argentinas -en China está prohibida la tala de bosques- si el país dispusiera de mayor cantidad de materia prima; además busca ese producto en Brasil. Importa maderas blandas de Indonesia, Malasia, Australia.
- Es un importante comprador de limones y naranjas. En ese sentido, la delegación argentina logró la promesa de que se iban a levantar las barreras que hoy frenan el ingreso de cítricos, peras y manzanas (ver recuadro).
- Está importando jugos de naranja concentrados y congelados de los Estados Unidos, de modo que, seguramente, será cuestión de tiempo, pero el mercado se va a abrir para la Argentina, que con el 25 por ciento del total mundial es el primer productor de limones frescos.
- Es el primer productor mundial de carnes, pero la mayor parte es de cerdo, de pollo y algo de carne vacuna. El consumo de estas últimas es limitado, sobre todo de menudencias (rabos, tendones para sopa, mondongo y librillo). De cualquier manera se nota una tendencia a aumentar su consumo de carne y están requiriendo productos de mayor calidad. Los Estados Unidos, Australia y Canadá son los proveedores más importantes de carne y éste es un proceso que tendremos que transitar. La Argentina exportó carne vacuna con ese destino hasta que se suspendió por la irrupción de la fiebre aftosa en el país.
- Un sector que va a tener un crecimiento extraordinario es el de los lácteos (queso y manteca, pero la oportunidad es la leche en polvo), porque China está consumiendo en estos momentos 7 kilogramos por año por habitante de esos productos, cuando el promedio mundial de países medianamente desarrollados es de 100 kilogramos.
- Incrementó notablemente sus compras de semen y embriones bovinos a los Estados Unidos. En ese sentido, está muy interesado en el desarrollo e investigación genética en la Argentina.
"Tendríamos que estar vendiéndoles entre dos o tres veces más productos lácteos de lo que lo estamos haciendo ahora y los entendidos aseguran que la oportunidad se presenta ahora y hasta dentro de dos o tres años. Si entramos en ese período no lo vamos a hacer nunca más, porque ya los nuevos proveedores se van a instalar, extender sus redes y, sin dudas, los caminos se van a acortar. La oportunidad es hoy", dijo Fernández Taboada.
Satisfacción en la delegación argentina
El proceso de negociación con China está basado en una dosis de confianza mutua, lo que aparentemente se logró
Los integrantes de la delegación argentina que viajó a China los días pasados coincidieron en destacar los positivo del viaje; por un lado, porque ayudó a crear esa dosis de confianza tan necesaria para negociar con países como China, y en segundo término por la complementariedad lograda entre públicos y privados de la comitiva.
"Hay mucho por crecer y generar. Los compromisos sustentables en el tiempo son los que en definitiva van a provocar la apertura de los negocios", dijo a LA NACION el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Miguel Campos. Y destacó asimismo lo que él denominó la "sinergia público-privada". Señaló: "los funcionarios aprendimos de los empresarios y dirigentes y éstos de nosotros de cómo encarar un nuevo mundo y una nueva situación".
El funcionario dijo sentirse muy satisfecho por los acuerdos de cooperación técnica que comenzaron a diseñarse y que serán, según dijo, "el sustento de nuevos negocios".
Para Hugo Kranjc, de Cargill Argentina, la visita a China fue muy positiva "básicamente porque las reuniones en las que participó la delegación argentina fueron en aras de definir criterios en materia fitosanitaria y distintos procedimientos regulatorios en biotecnológica y en la producción de alimentos".
Según el empresario "el proceso de negociación con China está basado en una dosis de confianza mutua y este tipo de reuniones estuvieron orientadas en ese sentido más que en el hecho concreto de cerrar negocios".
De hecho, Kranjc dijo que como representante de su empresa, "el sentido no fue a visitar clientes sino, que junto con los demás representantes privados, nuestra presencia tuvo el objetivo de respaldar las garantías expuestas por el canciller Rafael Bielsa, el secretario de Relaciones Comerciales Internacionales, Martín Redrado, y el secretario de Agricultura Campos".
Adolfo Storni, de la empresa productora y exportadora de cítricos San Miguel, calificó de positiva la reunión mantenida con la Administración para el Standard de Calidad e Inspección Cuarentenaria de China para la aprobación de protocolos que permitan las importaciones desde la Argentina.
"Encontramos en los funcionarios asiáticos voluntad de ayudar a la Argentina. Sólo faltan algunos aspectos técnicos, como la intrumentación del frío en tránsito en barco, labor que está a cargo del Senasa", concluyó.
El ingreso en la OMC
- En diciembre de 2001 China ingresó en la Organización Mundial del Comercio (OMC) como miembro pleno y eso la obliga a reordenar todo su sistema arancelario. De todas maneras, ya advirtió que esa cuestión no la iba a resolver en un plazo menor de cinco años. En el caso de la agricultura, como no es eficiente, su incorporación en la OMC no le es favorable, por lo tanto la reducción de los aranceles agrícolas le insumirían un par de años más. Sí está bajando con mayor rapidez los aranceles en los rubros industriales que no produce en el país.
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