Las autoridades paraguayas finalmente decidieron iniciar la inoculación de la hacienda ubicada en las zonas fronterizas
Así están las cosas. Mientras el Gobierno acusa a Paraguay de haber solapado una precaria situación sanitaria que terminó derivando en la aparición del virus de la aftosa en la Argentina, los paraguayos sostienen que esas acusaciones carecen de fundamentos técnicos.
"El señor Bruni vio que no sonaba creíble que 10 vacas paraguayas contaminaran todo su país y terminó inventando después otras 10.000", se quejó Carlos Trapani, presidente de la Asociación Rural de Paraguay.
Ese país, informó Trapani, comenzará a vacunar la hacienda de las zonas fronterizas, pese a que durante los últimos meses negó categóricamente la existencia de aftosa en su territorio.
"Las autoridades nos sugieren vacunar en la frontera, por lo tanto, el pedido internacional de país libre sin vacunación para Paraguay deberá postergarse", reconoció el dirigente.
Ocurre que Paraguay fue reconocido país libre de aftosa con vacunación junto a la Argentina en 1997. Luego nuestro país tomó la decisión de dejar de vacunar y, en mayo, fue declarado libre de la enfermedad sin vacunación. En cambio, el país vecino pensaba hacer el pedido de reconocimiento a la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) entre este mes y septiembre.
En Paraguay existieron posiciones encontradas respecto de la decisión de dejar de vacunar. Los productores de la raza Brahamann habían manifestado su oposición al cese de la vacuna por razones de precaución.
"En nuestro país como en los demás, la gente opina diferente en referencia a la conveniencia o no de suspender la vacuna", admitió Trapani, y al cabo de una pausa agregó: "Los criadores de Brahamann se opusieron al cese, pero nosotros apoyamos la determinación basados en la documentación del Servicio Nacional de Salud Animal (Senacsa)", dijo.
Misterios
En realidad, el caso combina extrañas proporciones de misterio.
Dos días antes de que el escándalo explotara en la Argentina, el coordinador del Proyecto Cuenca del Plata para la erradicación de la fiebre aftosa, Francisco Muzio Llado, había realizado un estudio en Paraguay, pues existían muchas versiones sobre la aparición del virus.
El técnico uruguayo fue invitado por el Senacsa para cooperar técnicamente en la prevención y la vigilancia epidemiológica.
Lo curioso del hecho es que Llado determinó: "De lo actuado se concluye que no se recogieron evidencias de la ocurrencia de enfermedad vesicular en las áreas visitadas, ni tampoco la existencia de dudas o planteamientos de productores o veterinarios para retomar la vacunación antiaftosa".
El miércoles último, durante el pedido de informes en la Cámara de Diputados, el presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) argentino, Oscar Bruni, se refirió a ese informe y dijo: "Eso generó problemas diplomáticos porque hacen auditorías en los países por invitación", dijo el funcionario refiriéndose a Llado. "Estamos preocupados por las versiones que vienen desde la Argentina porque en ningún momento tuvimos contacto oficial con las autoridades del Senasa", reconoció Trapani y detalló que sólo habían existido contactos telefónicos.
El dirigente expresó que los productores paraguayos están "muy nerviosos" al igual que las autoridades por las informaciones que cruzan la frontera -seca, cabe añadir-.
"Hemos trabajado mucho y si tuviéramos un problema lo asumiríamos y no se lo endilgaríamos a otro", señaló el ruralista en clara alusión a las expresiones vertidas tanto por el titular del Senasa como por el propio secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagpya), Antonio Berhongaray.
Precisamente, estaría programada en breve una reunión entre los máximos representantes agropecuarios de la Argentina, Uruguay y Brasil para tratar el tema de la aftosa en Paraguay.
"Según la información que recogimos entre las cancillerías esa reunión sería por ahora una expresión de deseo de Berhongaray", opinó Trapani.
Para los paraguayos, que no fueron invitados, el encuentro les resulta "antipático" y "arbitrario" dentro del contexto del Mercosur.
En cuanto al contrabando de animales, el Servicio Nacional de Salud Animal de Paraguay, expresó: "El problema sanitario en relación con la fiebre aftosa en la Argentina, en la que atribuye el ingreso de bovinos desde Paraguay, aclaramos que nuestro país no exporta animales en pie desde el 30 de abril de 1999 a ese país".
Para Bruni, sin embargo, el contexto es diferente. Ante los diputados, el funcionario recalcó que las investigaciones del Senasa detectaron el ingreso de vacunos de origen paraguayo por las fronteras del Norte.
"La diferencia de más del 30 por ciento en el precio de la hacienda incentiva estas prácticas", consideró Bruni.
Para los ruralistas paraguayos los bemoles son aún mayores y enfrenta posiciones con lo expresado en la Argentina.
"En ningún momento una enfermedad puede eliminarse por un decreto y menos aún buscar las causas a miles de kilómetros", reflexionó el productor paraguayo.
De todos modos, el discurso -hoy- unificado del Gobierno apunta todos los cañones hacia Paraguay. Al menos, eso pudo apreciarse durante la interpelación de los diputados a Berhongaray y Bruni.
De hecho, el secretario al ser consultado sobre si tenía alguna autocrítica, confesó: "Deberíamos haber hecho mucho más presión sobre Paraguay".