Por Héctor Müller De la Redacción de La Nación
La protesta agropecuaria finalizó, por lo menos por el momento. Los productores aguardaban el regreso de España del presidente Fernando de la Rúa para intentar continuar con el diálogo. Los hombres del campo llegaron a la conclusión de que el titular del Poder Ejecutivo ha pasado a constituirse en el único interlocutor válido para seguir analizando los problemas por los que atraviesa el sector y es por eso que esperan ser llamados.
Entretanto, el ministro de Economía, José Luis Machinea, dio a conocer una serie de medidas con la finalidad de reactivar la economía, fundamentalmente relacionadas con el impuesto a los intereses, el endeudamiento empresario y a la renta mínima presunta. Después que se difundieron, el titular del Palacio de Hacienda dijo que con los anuncios casi se cumplieron los reclamos del campo.
En declaraciones al periodismo el ministro destacó que, con este nuevo paquete, los impuestos a la renta presunta y a los intereses de los créditos prácticamente desaparecen para los productores, y dio como ejemplo que para un productor con una deuda de 100.000 pesos, el impuesto sobre los intereses casi se anula, y con la nueva modalidad de aplicar durante 10 años el tributo por renta presunta al impuesto a las ganancias, también prácticamente se elimina ese gravamen.
No alcanzan
Sin embargo, el agro no piensa lo mismo. Continúa afirmando que las medidas anunciadas no alcanzan para sacar al campo de la crisis y que algunas de ellas no hacen más que reconocer sus aspectos distorsivos. No obstante, destacaron el impulso a la desregulación en combustibles, gas y electricidad, siempre que sea total y efectiva para que se genere competitividad.
Tras considerar en su mayoría que los anuncios son sólo pequeños paliativos, la Federación Agraria Argentina (FAA), presidida por Eduardo Buzzi, sostuvo que, en las medidas económicas, el agro sigue ausente.
Para la entidad, son más de lo mismo, excluyen al sector agropecuario, no responden directamente al pequeño y mediano productor y favorecen nuevamente la concentración económica y la exclusión social.
Agrega que el sector agropecuario necesita medidas que le permitan recuperar la rentabilidad y no serán pequeños "retoques o maquillajes" los que modifiquen la actual situación de los pequeños y medianos productores.
En consecuencia, la FAA solicita soluciones de fondo, medidas concretas que terminen con la transferencia de recursos que padecen los sectores productivos, derivados hacia los grupos económicos más concentrados que, con el argumento de la necesidad de inversión externa o privada para la reactivación, son los grandes beneficiarios del modelo económico.
Merece otra atención
Por su parte, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Manuel Cabanellas, insistió en que la gravedad del sector es tan grande que no puede participar de anuncios generales. Cabanellas sostiene que el agro merece ser atendido por el ministro de Economía y, también, por el presidente de la Nación.
Conocidas las declaraciones de Machinea respecto de las medidas para el agro, muchos aseguran que la última posibilidad es insistir en ser escuchados por Fernando de la Rúa, porque el ministro de Economía "ya lo dio todo".
En la 76a. asamblea general ordinaria de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que se llevó a efecto el viernes de la semana anterior, su titular, Roberto Cerutti, sostuvo, entre otros aspectos, al referirse al reciente paro, que la protesta se explica en la falta de políticas activas que reviertan la crisis del sector que, paradójicamente, es el que más mercaderías exportables produce cada año, que ocupa un millón y medio de personas, pero que, sin embargo, es despojado por vía de la imposición de precios, retenciones y manejos cambiarios que benefician a otros sectores.
En esa misma reunión, el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagpya), Antonio Berhongaray, también anunció que se reanudaría a la brevedad el diálogo con las entidades del campo.
Recientemente, en Córdoba, Buzzi sostuvo que ya no quedan interlocutores en el Gobierno, a pesar de la voluntad de diálogo de las centrales agropecuarias, razón por la cual decidieron reclamar audiencia al presidente Fernando de la Rúa para analizar posibles salidas a la crisis.
Berhongaray intentaría ser, una vez más, el primer eslabón por recorrer para llegar hasta el presidente de la Nación. Es de esperar que ello ocurra lo más rápidamente posible, porque si eso no sucediera y no se logran avances, es muy posible que, lamentablemente, se cumpla lo que dijo el presidente de CRA. La indiferencia para con la crisis del campo "inexorablemente nos va a llevar a tomar medidas de fuerza de mayor dureza".