Con otra protesta, el turf se movilizó por la quita de un fondo impulsada por Vidal

El cuidador, de 69 años, se despertó a las 5.30, cuando el sol aun dormía. Puso la pava sobre el fuego y tomó unos mates. Cuando abrió las puertas de su stud, el termómetro marcaba seis grados. A las 7, Luis María Campos llegó al Hipódromo de San Isidro y ya comenzaba a clarear.

"Sí, sí, como escuchás, igualito a la calle de Belgrano", dijo a LA NACION mientras caminaba hacia el campo de entrenamiento del hipódromo, donde esta mañana la actividad hípica volvió a movilizarse en un intento más por frenar la derogación de la ley 13.253. El sector sigue en lucha para frenar la eliminación del Fondo de Reparación que proviene de las ganancias de las tragamonedas.

El proyecto, enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo provincial, fue aprobado en el Senado bonaerense y reduce hasta ser eliminado, el próximo año, el fondo que los hipódromos reciben en compensación por la instalación de las máquinas de juego. Falta que se apruebe en Diputados.

"Esta es mi casa", afirmó Campos mientras pisaba el césped mojado del rocío caído la noche anterior. El cuidador tiene un stud con tres caballos y, aunque actualmente está jubilado, visita el hipódromo todos los días. "Ella no sabe", dijo por lo bajo. "Ella no sabe la cantidad de gente que trabaja acá", insistió. Ella es la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.

"Buen día, Campito", le gritó un hombre montado a un caballo. "Hace 45 años que estoy en el turf. Esto es la vida de uno, no lo podés dejar. Ella subestima la actividad, no tiene conocimiento y el que no sabe no ve. Si sacan el fondo, la hípica se viene abajo", dijo el cuidador.

La protesta

Un avión cruzó el cielo celeste. Y luego otro. Y otro. Más allá, a 200 metros de la pista, comenzó a avanzar una columna de personas: en el centro, un grupo llevaba la bandera argentina. Los carteles indicaban la procedencia de las agencias hípicas: San Pedro, San Fernando, Moreno, Pehuajó, Capitán Sarmiento, entre otros. A las 11.30 entonaron las estrofas del Himno Nacional. "El turf es trabajo", rezaba una pancarta.

Los representantes del sector se aferran con fuerza y sostienen ese mensaje que dieron en San Antonio de Areco, a fines de marzo, en una sala del Museo Las Lilas, donde explicaron que la hípica es una fuerza de trabajo irreemplazable en el campo, los studs y los hipódromos.

Todos los días, Carlos Enrique Ramírez se levanta a las tres de la mañana para tomar el colectivo que lo transporta desde San Miguel hacia San Isidro. Ramírez es cuidador, peón y galopador. A las 5.15 llega al hipódromo y comienza a "acomodar" a los animales. "Les hago la cama, los cepillo, los limpio y a las siete los saco a varear a la cancha", contó a LA NACION.

El formoseño llegó a Buenos Aires para probar suerte hace diez años, hoy tiene 32, y nunca más se fue. "Me voy del hipódromo aproximadamente a las seis de la tarde y a las diez de la noche ya estoy dormido", afirmó. Al otro día vuelta a empezar. "En mi familia tengo que alimentar cinco personas. Estoy asustado, porque corremos peligro. Esto no es un juego, es una empresa de trabajo", explicó.

En el sector señalan que el fondo proviene de las ganancias de las tragamonedas sin afectar el presupuesto provincial. Vidal no piensa lo mismo. Tampoco el Instituto de Lotería provincial ni su titular, Matías Lanusse.

"Esto no es contra el turf. No estamos de acuerdo en seguir otorgando un subsidio que se da hace 16 años, pero estamos abiertos a seguir dialogando como ya se ha hecho. Si ellos presentan una propuesta superadora, en Diputados la discutiremos y la acompañaremos. Desde la hípica dicen que el turf emplea a 80 mil personas, pero ese número es a nivel nacional y el subsidio es provincial", explicaron fuentes del Instituto de Lotería.

Del otro lado del mostrador, Mariano Fragueiro, presidente de la Asociación de Propietarios de Caballos de Carrera, afirmó: "El proyecto del ejecutivo bonaerense tiene media sanción. Corresponde que intervenga Diputados en donde el oficialismo no tiene mayoría. Pueden rechazar el proyecto o hacerle modificaciones, en cuyo caso, volvería a Senadores. Si lo aprueban como está, rápidamente la crisis del sector estará a la vista. Nos destrozan. El presidente de Lotería de la Provincia, Matías Lanusse, no entendió que el turf no es un juego sino una inmensa cadena productiva".

"En la hípica no hay horarios: las 24 horas del día, los 365 días", dijo Carlos Correa. El transportista, de 53 años, explicó que trabaja en temporada de servicios, de remates, trasladando potrillos, etcétera. "Gracias al turf tengo dos hijos estudiando en Buenos Aires, les puedo pagar una carrera y alquilar un departamento", dijo el camionero, de Capitán Sarmiento. "Si se elimina el Fondo, el trabajo se va a reducir. Ya se nota que la gente no invierte tanto porque han bajado los premios", afirmó.

A Héctor Libré le cuesta caminar entre el gentío. Lo frenan, lo saludan, le dicen algunas palabras al oído. El exgran jockey, hoy director de la Escuela de Aprendices del Hipódromo de San Isidro, afirmó: "El turf me ha dado todo. El turf es: ¿Vos comiste? Vení a comer. ¿Tenés donde pasar la noche? Vení quedate acá. Que te lo vendan como un juego es muy injusto porque está sostenido por tres patas: el público, el propietario y los laburantes. Somos de abrazar, de estar con la gente, de tomarla como familiares. Todos provenimos de una clase social baja, incluso yo: pensar otra cosa es no ver con profundidad toda la actividad".

Libré cumplirá 70 años, 55 dedicados a la hípica. "Si se recorta el fondo, para mí es determinante: cierran los hipódromos. En el mundo entero el turf es deficitario, pero lo que el mundo entendió es que las fuentes de trabajo que produce la hípica no las genera otra actividad. Esto es una industria, y por eso en el resto del mundo priorizan al turf por sobre otro juego de manera tal que pueda sobrevivir", explicó.

Como ya informó LA NACION, Juan Carr, titular de Red Solidaria, se expresó a favor de la actividad hípica en una visita a la Exposición Rural de Palermo el miércoles pasado y también en una charla un día después, en la Asociación de Propietarios de Caballos de Carrera. Carr es veterinario al igual que muchos de los participantes de la convocatoria de hoy.

"Felicito a la hípica porque encuentro personas que están pensando en la situación de 80.000 familias y como creemos que la Argentina es una comunidad, el dolor es de todos nosotros", dijo. Y agregó: "Seguramente hay cosas que cambiar, pero no es justo que cambien súbitamente, abruptamente".