Un informe de la Red Agropecuaria de Vigilancia Tecnológica (Ravit), con el apoyo de UPL, sobre el cierre de campaña 2018/19 en el norte cordobés y el sur bonaerense, refleja fuertes diferencias en el rinde de los cultivos por el manejo y también ante problemáticas como malezas.
Ravit analizó 120 variables agronómicas con el aporte de 78 productores distribuidos en 3,12 millones de hectáreas del norte de Córdoba y el sur de Buenos Aires.
En el caso del norte cordobés, la superficie evaluada pasó de 1,5 a 2 millones de hectáreas en este segundo de evaluación.
Emilio Satorre, docente de la Fauba y socio de Cultivar Conocimiento, presentó la información en una jornada en Córdoba tras el seguimiento de 78 parcelas de soja y 77 de maíz.
En maíz, se observaron lotes que apenas alcanzaron los 6500 kilos y otros que lograron 15.000 kilos por hectárea. Solo el 14% de la variabilidad de rinde responde a las lluvias. El resto depende del manejo agronómico de cada productor, y sobre todo de la elección de la fecha de siembra, indica el trabajo.
En la región es clave el maíz tardío, con siembras a partir del 25 de noviembre. "La pérdida de rendimientos por cada día de retraso a esa fecha alcanzó en promedio casi 70 kilos. Una diferencia de siembra de alrededor de 15 días provocó casi una tonelada de diferencial de rinde", clarificó Satorre.
En cuanto a la aplicación, la fertilización fosfatada "marcó una tendencia a mejorar las condiciones fisiológicas de las plantas, sobre todo alrededor de las etapas reproductivas. Esto contribuyó a la mayor fijación de granos y de mejor calidad".
Respecto del monitoreo y control de plagas, como la oruga cogollera y la isoca de la espiga, "se observó que cerca del 54% de los lotes tuvieron problemas con estas plagas. Y no todas fueron controladas, con lo cual se observaron pérdidas de rendimiento en aquellos lotes que tuvieron malos manejos".
En cuanto a las malezas, yuyo colorado sigue siendo la maleza número uno y luego sigue el sorgo de alepo.
"Tenemos que cambiar la forma de ver el sistema productivo. Las soluciones no vienen envasadas. Hay que abordar la problemática sumando todos los manejos agronómicos posibles. Para eso necesitamos un diagnóstico lote por lote para empezar a planificar y evitar que las malezas produzcan semillas", dijo Luis Lanfranconi, del INTA Río Primero.
"En problemáticas como malezas, donde en nuestro país ya tenemos más de 20 millones de hectáreas con yuyo colorado, claramente la solución no pasa por trabajar a nivel de lote, municipio o incluso a nivel provincial. Tenemos que cambiar de escala para poder entender y resolver estas nuevas dinámicas", indicó Rodrigo Ramírez, gerente general de UPL Argentina.