Indicadores agropecuarios: una oferta considerada abundante generó el descenso del precio del novillo
Acotadas las posibilidades de alcanzar una terminación satisfactoria de sus novillos por el achique de los campos, en algunos casos anegados y en otros con las pasturas inutilizables, los productores, una vez más, debieron recurrir a la única vía segura y confiable que tienen y conocen para enfrentar el pago de sueldos y otros compromisos económicos y financieros.
La consigna, en efecto, fue cargar a Liniers, donde aún los lotes que presentan un faltante de veinte o treinta kilos para completar su preparación, al igual que los de mediocre o inferior calidad racial, tienen colocación inmediata entre los numerosos operadores que actúan a diario para cumplir los más disímiles compromisos de faena.
Quedaría así justificada, en parte, la generosa afluencia verificada hasta el jueves inclusive al tradicional recinto formador de precios, pues, en 1214 camiones, se contabilizaron 42.433 cabezas, 9276 más que en igual lapso del ciclo anterior.
Y tal como sucede todas las semanas, la comercialización de las diversas categorías y clasificaciones tuvo concreción con ritmo diferente según se trató de haciendas especiales o de aquellas encuadradas en la calificación de generales e inferiores.
Las facilidades para el pago fijadas en cada transacción, en momentos en que las restricciones oficiales al uso del dinero propio complicaron más el ya de por sí difícil panorama financiero de vendedores y adquirentes, constituyeron un factor de influencia definitorio para agilizar la venta.
Valores en baja
La abundancia de envíos se reflejó en una baja de precios que en el caso de los novillos resultó del 1,93%, con algunas excepciones sobre conjuntos entrepesados y pesados, sobresalientes por terminación, que fueron disputados con sostenido interés.
Tratándose de las remesas chicas de consumo, se privilegió a las procedentes de establecimientos donde se engorda a corral, cuyos valores superaron, por amplio margen, a los asignados a las tropas apenas buenas, de media gordura, más aún cuando debieron negociarse con plazos cortos.
Pero, y en esto debe insistirse, conviniendo tales diferencias se aseguró invariablemente la ubicación inmediata entre los frigoríficos, supermercados y abastecedores actuantes. Los 14.601 novillos, de 465,50 kg de peso promedio negociados, representaron el 31,70% de la citada oferta total de 42.433 cabezas, incluidas casi 4000 de dos remates especiales efectuados el jueves sobre los que informamos en nuestra edición de ayer.
Los precios estimados corrientes para mestizos especiales a buenos fueron $ 0,66/0,74, de 401 a 420 kg; entre $ 0,65 y 0,73, de 421 a 440 kg; entre $ 0,62 y 0,70, de 441 a 460 kg; entre $ 0,60 y 0,66, de 461 a 480, y entre $ 0,58/0,65 por lotes que excedieron los 480 kg.
El índice Novillo Liniers fue de $ 0,641, 0,636, 0,628 y 0,645, de lunes a jueves, en tanto que el promedio general resultó de $ 0,635, con una quita del 1,93% respecto del anterior de $ 0,648. Si se recuerda el valor del viernes 30, la diferencia al miércoles 5, cuando fue de 0,627, se eleva al 4 por ciento.
Por novillos de 413 kg, de El Juncal de Chacabuco, consignados a Lalor SA, se obtuvieron $ 0,755; con 444 kg, $ 0,732 de Erasmo Goti, de General Lamadrid por Monasterio-Tattersall SA; $ 0,675, con 492 kg, de F. y R. Otero, de Anguil, por Colombo y Magliano SA, y $ 0,65, con 522 kg, de San Pedro SCA, de General Pico por Santamarina e Hijos SA.
Haciendas livianas
Por terneros especiales se pagó $ 0,95/1,05, hasta $ 1,15, con 208 kg, de Bernardo Claverie, de General Lavalle por Llorente, Durañona SA; los lotes buenos cotizaron $ 0,75/0,90. Las mejores vaquillonas oscilaron entre $ 0,74 y 0,85, hasta $ 1 con 263 kg, de La Estelita, de Winifreda, por Colombo y Magliano SA; los conjuntos buenos fluctuaron entre $ 0,64 y 0,73; en novillitos, los especiales obtuvieron entre $ 0,76 y 0,82, hasta 0,868.