La posibilidad de que ocurra un nuevo fenómeno Niña podría derivar en una menor producción
Para el mercado de granos, los fundamentos de oferta y demanda resultan sumamente importantes a la hora de definir el devenir de las cotizaciones en el mediano y en el largo plazo. Y esto, es un proceso que se va construyendo a través del tiempo. Claramente no es lo mismo varios años de malas cosechas sobre los stocks, a que ocurra lo contrario.
En este sentido, la acumulación de eventos en una misma trayectoria genera procesos de altos o bajos precios. La semana próxima el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) dará a conocer sus tradicionales cifras mensuales. Y, como es de esperarse, la atención de los operadores va a estar centrada en los datos de producción estadounidense, tanto en maíz como en soja.
La situación no resulta sencilla de resolver para el USDA, por cuanto los stocks en dicho país y para ambos productos son muy ajustados (sobre todo en soja), pero seguir estimando cosechas cercanas al récord con las condiciones climáticas que se dieron en el noroeste del medio oeste estadounidense durante todo el ciclo del cultivo, tampoco pareciera probable. Más aún si se tiene en cuenta el deterioro de los cultivos desde la siembra hasta ahora
Por otro lado, las condiciones climáticas en diferentes partes del planeta distan mucho de ser las ideales. Sea por falta de lluvias o por excesos, lo cierto es que en buena parte del globo crecen los rumores de ajustes en las producciones y, es ahí, donde las estimaciones de cosecha –también récord por parte del USDA para el ciclo 2021/2022– generan muchas dudas.
“Estamos forzando la maquinaria productiva a que logre enormes cosechas, pero con un clima que no viene acompañando”, era el comentario de uno de nuestros contactos desde Chicago. A lo que agregaba: “Aunque acá tuviéramos los niveles de rendimientos que dice el USDA, los stocks siguen siendo muy bajos y todavía hay que ver que pasa en el resto del mundo para una campaña 2021/2022 que recién comienza”.
Los climatólogos no vienen ahorrando comentarios sobre la necesidad de estar atentos a como viene evolucionando la temperatura del agua a la altura del Pacífico ecuatorial, situación que definiría la ocurrencia del fenómeno Niña o Niño. Todo tiende a indicar que el enfriamiento proyectado determinaría la ocurrencia de un año Niña, el problema es que se daría con un antecedente también Niña.
En años similares, y tomando como ejemplo los rendimientos de la soja en nuestro país, los mismos se han visto reducidos entre un 18 y un 55 por ciento. Por otro lado, Brasil (el mayor productor de soja del mundo) debería comenzar con la implantación de soja en el norte durante el próximo mes. A juzgar por las condiciones de reserva de agua útil en los suelos de Mato Grosso y por los pronósticos para los próximos 15 días, el arranque no pareciera demasiado auspicioso, aunque, por supuesto, puede cambiar.
En este sentido, todavía falta mucho y el clima no es tampoco la única variable que hoy por hoy “nutre” la volatilidad de precios. Pero, sin lugar a duda, lo que ocurra en estas latitudes con las lluvias y con las temperaturas marcará el ritmo de precios por venir. Para seguir con atención.
El autor es socio de Nóvitas SA
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