Por Pablo Adreani Para LA NACION
Hoy, el centro de atención de los mercados, tanto en Chicago como en el Golfo, sigue siendo la evolución de las siembras de los cultivos de verano (maíz y soja) en los Estados Unidos y el estado de los cultivos de trigo.
En este último caso, los cultivos de trigo duro de invierno se encuentran en etapa de espigazón y con las últimas lluvias ocurridas en las planicies americanas se puede decir que se va consolidando el potencial de producción inicialmente proyectado. Este fue uno de los motivos que produjo la caída de los precios en el mercado internacional comparando con valores de una semana atrás. Hay que considerar que en la próxima campaña 2003/04 no se tendrá la influencia bajista que se tuvo este año con el ingreso de los trigos de Rusia y Ucrania.
Para estos países se proyecta una baja muy fuerte en su producción por el factor clima y, de la misma forma, se ven reducidas sus exportaciones. En cambio, Canadá y Australia, con una fuerte suba en sus niveles de producción, serán los encargados de recuperar los mercados perdidos en la última cosecha por la sequía.
Mientras que los Estados Unidos y la Argentina proyectan un aumento en sus exportaciones de apenas 1 millón de toneladas cada uno, la Unión Europea ve reducido su saldo exportable. Nos encontramos ante un mercado con menor oferta de trigo por parte de los países del Este (principal factor de baja de los precios durante el segundo semestre de 2002) y un aumento de la participación de países como Australia y Canadá.
Podemos decir que el balance de oferta y demanda mundial para la próxima campaña es igual de ajustado que en la campaña anterior.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que todavía falta por consolidar la cosecha de trigo del hemisferio norte y, en este sentido, las actuales proyecciones están basadas en condiciones normales de clima de aquí a la cosecha.
Todavía no está asegurada entonces la producción que se proyecta en el actual balance de oferta y demanda mundial. Cualquier cambio de producción que podría ocurrir de aquí en más tendrá un impacto alcista sobre el mercado.
Lucha
En el plano local existe una fuerte lucha entre los productores que retienen el trigo físico y los compradores (molinos y exportadores) que necesitan imperiosamente del físico para poder cumplir sus compromisos de venta y planes de molienda. Se puede decir que el sostenimiento del mercado continuará en la medida en que la exportación pueda mantenerse en los actuales niveles de precios y esta paridad responde al mercado FOB de exportación.
En el resto de los mercados se produjo también una sensible caída de los precios, siendo los más afectados el aceite de soja con una caída de 10 US$/tonelada y el poroto de soja con 3 US$ de pérdida.
El maíz y la harina de soja perdieron entre 1 y 1,5 US$/tonelada ante el buen avance de la siembra y evolución de ambos cultivos.
A pesar del ajuste producido en el mercado de Chicago la tendencia de fondo de los precios sigue siendo positiva pues no hay que dejar de recordar que tanto en trigo como en maíz se produce una sensible caída de las existencias finales a nivel mundial.
El autor es analista de mercados y director de AgriPac Consultores.
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