El rendimiento carnicero de la res de esta raza bovina es su "marca registrada"
Un conocido periodista del sector calificaba la ganadería argentina como la actividad de "excelente futuro pero nulo presente". Ya que su presente está definido por políticas sectoriales que no la benefician, pensemos entonces en su futuro, y hagamos que la calificación de "excelente" se haga realidad. Para lograrlo hay que poner foco en las herramientas que hoy existen. Entre éstas no hay duda de que la genética tiene un papel fundamental.
Ahí es donde entra a jugar el Limousin argentino, un biotipo ideal para nuestros campos de Norte a Sur, logrado gracias a los trabajos de selección que han desarrollado en forma conjunta la Asociación Argentina de Criadores de Limousin y los productores ganaderos de la raza. Hoy podemos observar una línea de animal de tamaño intermedio, útil tanto para el consumo interno como para la exportación; con facilidad de parto, fertilidad, rusticidad, insuperable longevidad en producción y alta eficiencia biológica, traducida en kilos de ternero destetado por materia seca ingerida por su madre, e inigualable conversión cuando llevamos los novillos a producciones más intensivas.
Se ha destacado en el país por su adaptación, por la calidad de su carne y los rendimientos de res, que es su "marca registrada". Esta última cualidad la diferencia en forma inobjetable del resto de las razas.
También se puede hablar de su conformación carnicera, donde el Limousin obtiene las categorías máximas de clasificación de los técnicos oficiales de la ex Oncca, "JJ" o "J".
Rendimiento
Otra virtud a destacar es la de su rendimiento, tanto en faena (media res), donde son habituales los rindes por encima de 59 % y hasta más del 65%, como en desposte, donde encontramos más de 5 puntos de rinde en el cuarto trasero (corte pistola) al momento de separar los cortes más valiosos (lomo, bifes, cuadril y nalgas).
Es de destacar que estos rendimientos se consiguen con novillos de entre 360 y 550 kilos de temprana edad (de 12 a 24 meses) en sistemas pastoriles y/o con suplementación, lo que demuestra la facilidad de conversión para el engorde que tiene la raza en todas las categorías comerciales de la Argentina, manteniendo un nivel de grasa justa (grado 1 o 2), clasificación ideal y premiada en la Argentina.
Es usual encontrar conversiones inferiores a 6:1, es decir, 1 kilo de novillo por cada 6 kilos de materia seca. Logrando estas cifras, cualquier sistema de engorde se torna rentable.
Todo esto está ampliamente certificado por todos los concursos de block-test, donde Limousin o sus cruzas han obtenido siempre los máximos galardones.
Es en la zona núcleo de la Argentina donde se encuentra el ganado de más alta calidad y el Limousin está posicionado entre las primeras tres razas del país, junto con Angus y Hereford, que tienen más de 150 años por estos pagos. También consideramos que su cruzamiento con las razas Braford y Brangus que lideran en nuestro norte permitiría mejorar la eficiencia de estos rodeos por rendimiento y conversión.
Con tal fin la Asociación de Limousin definió hace ya varios años la variedad Indusin, que se conforma con un 50 % Limousin + 25 % británico + 25% índico (Brangus o Braford). La raza posee actualmente más 10.000 reproductores de pedigrí que se encuentran inscriptos en el Herd Book de la SRA, al cual llegan por ser de origen francés, o por absorción luego de 5 generaciones con controles raciales.
Existen más de 20.000 reproductores en registros Puro Controlados, que incluyen animales desde ½ sangre hasta puros que están supervisados por nuestra entidad.
En cruzamientos se estima más 2/2,5 millones de cabezas con nuestra sangre. Si bien esta cifra es el 5% del rodeo nacional, es muy auspicioso el futuro del Limousin, que con menos de 50 años en Argentina está llamada a ser la herramienta esencial para mejorar todos los índices de productividad del rodeo nacional.
Carlos Gregorio Odriozola