El dato surge de un informe de la Federación Agraria. Esa entidad teme que el año sea necesario importar carne
Especial para lanacion.com
El stock ganadero nacional va camino de ser el más bajo de los últimos 45 años, según un estudio de la Federación Agraria Argentina (FAA) que estima para el ciclo 2009/10 una baja de siete millones de cabezas para situar las existencias en 48 millones de animales.
Para los operadores del mercado, esta circunstancia podría provocar durante el segundo semestre de este año o principios del año próximo faltantes de carne y un aumento del precio producto, aunque no se pueda cuantificar aún.
El informe elaborado por el Departamento Técnico de la FAA se conoció durante la reunión del Consejo Directivo Central de la entidad reunido durante los últimos dos días en Rosario.
"El stock ganadero nacional va camino de ser el más bajo de los últimos 45 años. Por eso impulsamos como entidad gremial, desde hace tiempo, un proyecto de ley con el Plan para la Recuperación de la Ganadería Bovina. Si no se diseñan los instrumentos que necesita el pequeño y mediano productor, se profundiza la crisis y vamos camino al ternericidio", señaló el vicepresidente primero de la entidad, Pablo Orsolini.
Según el informe, las causas de esta merma obedecen a dos factores fundamentales: la expansión de la frontera agrícola y los costos de oportunidad desfavorables para los productores ganaderos.
Respecto del consumo per cápita de carne vacuna de los últimos años se mantiene en unos 68 kilogramos. Si bien está lejos de los 80 de la década del 70, sigue siendo el más alto del mundo.
"Esta dura realidad que describimos, se agrava producto de la fuerte sequía que azotó al país durante 2008 y el primer semestre de 2009, y también por la ineficiente política de precios internos y de exportación que deberíamos marcar como un factor estructural de la actual crisis ganadera", agrega el trabajo.
El estudio advierte que como consecuencia de la combinación de una menor producción de carnes estimada en 2,67 millones de toneladas (un 14,02 % menor a la de 2008), de la caída de la faena y del stock ganadero, y proyectando un consumo per cápita de 68 kilos, "la Argentina estaría al borde de importar carnes para cubrir la demanda interna y se perderían ingresos por exportaciones por la suma de 1500 millones de dólares."
Según Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICCRA), el informe de FAA "es coincidente" con los datos que ellos tienen y que LA NACION publicó hace dos semanas. "Estos resultados tienen que ver con una política errada de la secretaría de Comercio Interior producto de la cual, el precio de la carne está completamente atrasado", dijo Schiariti y agregó: "Como mínimo, el precio tendría que haber acompañado los valores de la inflación real, no la de Moreno".
A pesar de la merma en 3 millones de cabezas que augura para el año que viene, Schiariti no cree que llegue el momento de tener que importar carne. Según el presidente de Ciccra, aumentarían los precios y eso provocaría una disminución del consumo.
Reacomodamiento
El especialista en carne del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Daniel Rearte, cree que la principal caída del stock ganadero es el avance de la frontera agrícola.
"Se trata de un reacomodamiento del territorio. Como la superficie ganadera es menor, tiene que disminuir el stock", dijo Rearte y agregó: "No se había hecho antes, pero la sequía aceleró ese proceso". Es que la escasez de lluvias de los últimos meses determinó que bajara la producción de pasturas y, como consecuencia, que se hiciera más difícil alimentar al ganado. Por eso los productores prefirieron liquidar terneros y vientres, antes que aumentar la mortandad de animales por falta de agua y alimento.
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