En su primer año en los Estados Unidos tras la reapertura de ese mercado, la Argentina logró exportar limones frescos por unas 10.650 toneladas valuadas en torno de los US$10 millones.
Así lo informaron a LA NACION fuentes de la industria citrícola y de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus). En mayo de 2017, el Gobierno de los Estados Unidos habilitó el ingreso del limón argentino. En 2001, los productores de California, estado norteamericano clave en este producto, interpusieron un amparo contra la Argentina argumentando supuestos problemas sanitarios y lograron dejar al país fuera de ese mercado. En ese momento se habían colocado unas 17.000 toneladas. Antes de dejar su cargo, el anterior presidente de EE.UU., Barack Obama, le dio vía libre al limón, pero Donald Trump dejó en suspenso esa decisión y finalmente dio el aval en mayo de 2017.
"Fue un año de prueba y fue bueno. El año que viene se va a considerar todavía más a la Argentina", señaló una fuente del sector. Destacó que el mercado norteamericano pagó inclusive un 15% más el producto que Europa, destino hoy del 80% de las 220.000 toneladas en total de limón que exporta la Argentina.
Hay quince empresas en condiciones de vender a EE.UU. "Con la inercia de este año, el próximo año debería ser más alto (el volumen); un 50% o más", apuntaron las fuentes consultadas. Tanto importadores como autoridades norteamericanas enviaron mensajes a las empresas argentinas de satisfacción porque no hubo ningún inconveniente con el producto.
Para no irritar a los productores californianos, en el protocolo con EE.UU. se fijó como puerto de ingreso de la mercadería argentina al de Filadelfia, al norte del país. Esto es, como gesto la Argentina buscó otra vía de ingreso distinta a donde se encuentran las regiones productoras.
Por otra parte, atento a un pedido sanitario, se aceptó que el limón para ese destino sea verde amarillo. En la industria se maneja una tabla de ocho colores, desde el verde intenso al amarillo. El que pide Estados Unidos es para la cosecha entre mayo y julio. Este requisito hizo que el año pasado no se embarcara el producto, porque cuando se oficializó la noticia estaba pasando la temporada para ese color, y las ventas pasaran para 2018. "Había que cosechar cuando el limón no estuviera del todo amarillo", indicaron en la industria.
Por ello, hay una ventana chica para colocar el producto en los Estados Unidos. De las ventas que se realizaron, el grueso de las operaciones se hicieron en julio y agosto pasado, según señaló una fuente. También hubo ventas, menores, para los meses de junio y septiembre último.
Después de lo que es la ventana óptima, empieza a haber una preferencia más por la fruta local. El limón argentino fue a parar grandes cadenas de supermercados para su venta directa al público.
"La Argentina cumplió su primer año con una buena campaña. Tuvimos mensajes positivos de importadores y autoridades", precisaron.
Como competidores la Argentina tiene a Chile, que vende unas 50.000 toneladas, y a México, que coloca unas 20.000 toneladas.
Por otra parte, hay expectativas sobre una apertura del mercado de China, importante por su volumen. Existen negociaciones entre ambos países que giran en torno de la temperatura técnica de frío que debe llevar el producto argentino.