Se presentó un récord de 230 postulaciones en las 17 categorías que son premiadas; el Oro se lo llevó Aapresid por su trabajo de extensión
A pocos metros de donde se levantaba un estadio para recibir al mejor jugador de tenis del mundo de la actualidad, Rafael Nadal, se celebraba una ceremonia en la que se elegía a los número uno del campo. Y no era casualidad. El premio a la Excelencia Agropecuaria LA NACION-Banco Galicia, que se entregó el martes pasado en La Rural, predio ferial de Buenos Aires, distingue a quienes se destacan en su trabajo diario por la innovación, la calidad, la capacidad de superar los esfuerzos en un contexto difícil y la pasión por crecer.
Por aquello de que en las competencias debe haber un ganador resultó que de las ternas conformadas en las 17 categorías (ver aparte) los jurados eligieron a uno de ellos. Pero una parte del premio, en rigor, también correspondió a quienes no fueron elegidos como ganadores ya que también demostraron calidad, eficiencia y esfuerzo puestos al servicio de la producción agropecuaria.
El trabajo del jurado fue exigente. Integrado por Fernando Villela, del Programa de Agronegocios de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba); Gustavo Oliverio, de la Fundación Producir Conservando; Rodrigo Bunge, consultor en agroindustria; Marcelo Mc Grech, de Banco Galicia, y Félix Sammartino, de LA NACION, recibió 230 postulaciones, un récord para la historia del premio.
El premio Oro fue para la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), que había ganado en la categoría "Mejor Trabajo de Extensión Agropecuaria". Como se sabe, los productores que integran Aapresid fueron los grandes protagonistas del cambio de paradigma de la agricultura argentina a partir de fines de los años ochenta y principios de los años noventa, cuyo eje fue la siembra directa. Aquello que fue una verdadera innovación, que incluía un cambio de organización de la actividad mediante la gestión en red y la aplicación de las herramientas de la "sociedad del conocimiento, se extiende hoy en el proyecto de Agricultura Certificada de la entidad. Este programa busca certificar los procesos de producción con indicadores precisos de gestión para lograr un sistema sustentable desde lo ambiental, social y económico.
"Es un Oro del corazón", sintetizó el presidente de la entidad, César Belloso, luego de recibir el premio. "Como productores de alimentos, fibra y energía tenemos que insistir en el camino de la sustentabilidad", dijo a LA NACION. "Estamos en condiciones de satisfacer esta demanda en calidad y cantidad; toda la comunidad agroalimentaria puede hacerlo", añadió.
Belloso agradeció por la distinción y opinó que era una forma de otorgarle "visibilidad" a quienes trabajan silenciosamente en la producción agropecuaria.
Con ese concepto coincidió Horacio Gutiérrez, que ganó en la categoría Mejor Cabañero. Tradicional protagonista de la Exposición Rural, su cabaña Tres Marías ostenta el récord de grandes campeones en Palermo con sus Angus. Gutiérrez dijo que el premio significaba una suerte de reconocimiento a quienes apostaban por la tecnología y la genética, mientras desde afuera solían ser blanco de agresiones. "Estamos mejor que ayer", apuntó Gutiérrez, en referencia a la noticia del día: la renuncia del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cuyas medidas provocaron un grave daño a la ganadería.
Esa "visibilidad", también fue destacada por Domingo Montaño, elegido por el Mejor Trabajo en Innovación y Desarrollo por su producción de aceite de nuez, un producto poco utilizado en el país, pero con fuerte demanda en Europa. "Muchos productores están pasando por momentos difíciles, pero esperamos ser más conocidos a partir de ahora y seguramente el aceite de nuez se exportará algún día a Europa", dijo Montaño.
Esa necesidad de abastecer con alimentos de calidad al mercado interno y al mundo fue destacada en la apertura del acto por el gerente del área banca mayorista de Banco Galicia, Gastón Bourdieu. "En el mundo van a faltar alimentos y la oportunidad que tiene la Argentina es muy grande, todavía superior a la que tenían nuestros ancestros de la Generación del Ochenta", destacó.
Para que aquellos objetivos se cumplan, José Claudio Escribanodirector de SA La Nacion, destacó que el campo necesita "que lo dejen trabajar". Esa frase despertó un gesto afirmativo de los dirigentes de la Mesa de Enlace que asistieron a la ceremonia del premio como Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA); Rubén Ferrero, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA); Carlos Garetto, de Coninagro, y Edudardo Buzzi, de Federación Agraria Argentina (FAA). En definitiva, un encuentro con el trabajo y la esperanza.