( Tendencias ) Dificultades en la búsqueda de campos para capitalizar hacienda. Expectativas con la ganadería
Desplazada hacia zonas marginales por la expansión sojera, justifica inversiones por las perspectivas de buenos precios
"Donde puede hacerse soja se la hace, los animales están siendo desplazados hacia zonas cada vez más marginales", coincidieron Francisco Méndez Casariego y Nicolás Canesa de la firma Urioste, Méndez Casariego, Canesa SA (UMC), que se dedica a la producción de carne y a la consignación de hacienda en el Mercado de Liniers.
-¿Hay inversores que desean colocar dinero en hacienda a capitalizar (ponen los animales y se dividen las ganancias con el dueño del campo en donde se los engorda).
Méndez Casariego: -Contamos con 15 personas o empresas con capitales que van desde los 150.000 hasta los 500.000 dólares. Ellos quieren invertir en ganadería porque hay una expectativa de buenos precios. Si bien los granos son más rentables, sería posible esperar una suba de precios de la carne en el futuro. Eso sí, actualmente tenemos dificultades para conseguir campos para capitalizar hacienda. La ganadería en forma totalmente extensiva, terminada a pasto es casi una actividad extinguida. La mayor parte de la ganadería que queda en la zona núcleo maicero-sojera se está invernando a campo y luego se termina con granos. El resto se hace en feedlot. Por ejemplo, en Pergamino y Venado Tuerto la enorme mayoría de la hacienda se la termina con granos. Para hacer negocios de capitalización hay que desplazarse cada vez más a zonas marginales.
-¿Puede detallar cómo sería un eventual negocio entre un inversor (capitalizador) y el dueño de un campo?
Canesa: -Por ejemplo, nosotros contamos con los hermanos Carlos y Federico Casal, que trabajan en Esquina, sur de Corrientes, ellos son nuestros representantes. Los campos de la zona son de cría, tienen una receptividad de 0,6 vaca por hectárea, con un porcentaje de destete (ternero logrado) de 65 y el resultado es una producción de unos 70 kilos por animal. Se paga al dueño del campo 3 kilos por hectárea. Por lo tanto, el resultado final es el 50 por ciento de lo producido para el dueño de los animales y lo restante para el propietario del campo. Los gastos sanitarios corren por cuenta del dueño de la hacienda, con lo que en rigor le queda a este último el 40% de lo producido en carne. Los terneros logrados en Esquina, Tatacúa, Salados, Curuzú Cuatiá y La Paz -nuestra zona de trabajo-, luego se engordan en los campos de invernada y feedlot en el Sur.
-¿Quiénes son los interesados en entrar en negocios de este tipo?
Méndez Casariego: -Se observa tanto gente de afuera y de adentro del sector. Entre estos últimos se destacan algunos productores que por el avance incontenible de la soja dejaron de hacer ganadería en sus propios campos y, siempre desean contar con algo de hacienda para diversificar los riesgos. Por el lado de los dueños de los campos, son aquellos que, con la tecnología disponible, aún no pueden hacer soja en sus propios campos. En el sur de Corrientes son pastizales naturales, con alguna especie vegetal mejoradora como la Setaria, entre otras.
- ¿Es posible realizar negocios de invernada en alguna parte de esa región de Corrientes?
Canesa: -Se pueden realizar en las islas del Paraná. Eso sí, demoran 4-5 años y se engordan con "canutillo", que es una especie que guarda ciertas similitudes con el sorgo. Los novillos logrados son muy buenos, del tipo de exportación. Cuando sube el agua, las islas se tapan y sólo quedan en los altos, o sea, la superficie seca, animales, galpones y alguna casa. El nivel de agua sube y baja rápidamente.
-¿Observan ustedes idéntico interés en alquilar campos, sean estos para granos o carne, que para la compra efectiva de tierras?
Méndez Casariego: -No. Observamos fuerte interés por los alquileres, en ambos casos, especialmente en granos. Mucho más débil es la compra concreta de campos. En el primer caso, la inversión y la apuesta están más relacionadas con el corto plazo. Las inversiones de mediano y largo plazo son mucho más pensadas, reflexionadas.
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